Esta superficie en bronce presenta la posibilidad de fabricarse en diferentes formas y tamaños, y se puede utilizar tanto para paramentos verticales (muros, tabiques y fachadas) como para los techos (artesonado). “Sus características físico-químicas permite su aplicación tanto a espacios interiores y como exteriores”, explica el director técnico José Antonio López.
La idea surgió porque este equipo de trabajo de investigación de la UAL venía trabajando en acero desde un componente artístico y de diseño. Pero quisieron dar el salto al bronce. Entendieron enseguida que el proceso seguido por este material en la fundición artística estaba agotado: “fundiendo el bronce se pueden hacer réplicas de lo que uno quiera y a la escala que uno quiera”, explica Pablo Mellado, director artístico del proyecto.
Así que, ni cortos ni perezosos plantearon un ensayo con 500 kilos de bronce para “maltratarlo” y ver así las posibilidades de texturas. “De todas las conseguidas había una espectacular por su bellaza e intentamos reproducirla en grandes superficies”, remacha Mellado.
Se trata de un revestimiento sin precedentes, ya que las únicas alternativas que existen en el mercado es la chapa laminada de bronce. El proceso de investigación ha tenido presente en todo momento las premisas relativas a los requerimientos técnicos propios del ámbito constructivo. El resultado ha sido la obtención de una superficie irregular de bronce, ligera de peso, de grosor variable, llegando incluso a tener perforaciones en determinadas zonas.
El proyecto desarrollado para el PITA ha consistido en el diseño, construcción e instalación de una superficie realizada en bronce con una dimensión total de 30 m2. El proceso de diseño de las piezas de bronce ha sido desarrollado según las necesidades del espacio y con la colaboración del estudio de arquitectura José Ángel Ferrer Arquitectos. El proyecto está formado por tres módulos de bronce instalados en el auditorio. Cada uno de ellos constituye una superficie de piel irregular con textura única, fundida sobre molde propio. En cuanto a la forma, en este caso, se ha optado por una superficie rectangular que contiene una sucesión de poliedros piramidales de vértices descentrados dos a dos.