Cada 14 de febrero se celebra el Día de los Enamorados e, irónicamente, es también el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas, que sufren 8 de cada 1.000 recién nacidos. Las cardiopatías congénitas (CC) se definen como las alteraciones en la estructura y función del corazón presentes al momento del nacimiento, son las malformaciones más frecuentes y son la principal causa de mortalidad infantil.
La mayoría de las CC son de origen multifactorial, explica la profesora de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Anna Castro Martínez. Es decir, puede incluir factores ambientales como por ejemplo las enfermedades maternas (diabetes gestacional, fenilcetonuria, lupus eritematoso), exposición a tóxicos como disolventes orgánicos, lacas, pinturas o herbicidas, factores infecciosos, exposición materna, factores genéticos, cromosómicos, etc.
Existe un amplio espectro de manifestaciones clínicas las cuales dependen de la estructura afectada y del tamaño, las más frecuentes son: cianosis (coloración azul de piel y mucosas), taquicardia, disnea (dificultad para respirar), arritmias, astenia (cansancio), soplos, poco aumento de peso, entre otras.
Es importante investigar si existen antecedentes familiares de CC o de otras anomalías cardiacas, así como también hay que valorar el momento de aparición de los síntomas y signos, ya que de esta manera se puede orientar sobre cuál es el tipo de CC.
Cuáles son las cardiopatías congénitas más frecuentes
Algunas de las cardiopatías congénitas más frecuentes son:
- comunicación interauricular e interventricular
- estenosis pulmonar
- conducto arterioso persistente
- tetralogía de Fallot
- transposición de grandes vasos
- coartación de la aorta
- atresia pulmonar
Los estudios más utilizados para realizar el diagnóstico de las CC son: ecocardiograma, radiografía de tórax y electrocardiograma. Actualmente, algunas se pueden diagnosticar antes del nacimiento mediante la ecocardiografía fetal lo que ayuda para poder planificar el nacimiento y mejorar su pronóstico.
En la actualidad, más del 90 % de los pacientes con CC sobreviven hasta la edad adulta principalmente debido a los avances, cirugías, fármacos y cuidados médicos.