¿Cuál es su opinión en cuanto a fiscalidad en España?
En la transición se diseñó una fiscalidad progresiva. Después, poco a poco, los tributos han ido siendo cada vez más regresivos: IVA, impuestos especiales, etcétera. Siempre hacía las rentas más bajas.
La gente se queja de los impuestos e incluso, a diferencia de otros países de nuestro entorno europeo, parece que no está del todo mal visto “engañar” a Hacienda…
No es de extrañar la rebeldía fiscal que se está dando; al contrario, es de lo más lógico que la gente no quiera pagar más tributos. Según la última encuesta del CIS sobre la opinión fiscal de la ciudadanía, la mayoría considera que se pagan muchos impuestos y que no están equitativamente distribuidos y, además, que no se persigue el fraude fiscal. Lo que ocurre es que la presión fiscal recae sobre las capas medias y bajas. España tiene una presión fiscal baja pero el esfuerzo recae sobre las personas con menores rentas, de ahí la percepción ciudadana.
Usted pide volver a los pactos de la Moncloa…
El modelo de la transición era muy progresista por eso le digo que debemos recuperar los Pactos de la Moncloa. Actualmente se está aplicando una ‘tarifa plana’ a las rentas del capital frente al peso fiscal que soportan las rentas del trabajo con el IVA y otros impuestos especiales.
¿Se equivocaron bajando los impuestos?
Pero es que no es así. Es que Aznar no disminuyó la presión fiscal sino que lo que hizo fue subir los impuestos indirectos. Es decir, cada vez tributos menos equitativos. Los distintos gobiernos de España se sumaron al carro del neoliberalismo; recordemos los años ochenta, Reagan, Thatcher… Insisto: para el mantenimiento del modelo social hay que volver a los modelos de la transición porque hemos ido perdiendo la fiscalidad progresiva y así se pone en cuestión el modelo social. La gente considera que no recibe en función de lo que aporta, y eso quiere decir que el sistema falla. No se puede tener una fiscalidad de Estados Unidos y una sociedad de Europa del norte.
¿Afecta de forma diferente a hombres y mujeres este modelo de fiscalidad?
Los tributos son un caso paradigmático de discriminación indirecta; algo que parece en un principio absolutamente neutro no es así. Por ejemplo, las mujeres perciben, proporcionalmente y en valores absolutos, salarios inferiores a los masculinos y ello trae como consecuencia que cualquier modificación impositiva alterando los primeros tramos de renta, como las que se han venido sucediendo por parte de los distintos gobiernos de España a partir de mediados de los ochenta, tenga mayor impacto sobre las mujeres.