La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) estudia la herencia griega en la medicina y la labor de los traductores de textos médicos en la Antigüedad y el Medievo, que contribuyeron a difundir este conocimiento y a sentar las bases que propiciaron el desarrollo de la medicina actual.
Hipócrates está considerado como el padre de la medicina. Ejerció en la Antigua Grecia, en el conocido como siglo de Pericles, y a él se le debe el haber establecido la medicina como una disciplina separada de otros campos del saber. Por su parte, Galeno, un cirujano griego que ejerció durante el Imperio Romano, se encargó de sistematizar el conocimiento médico y sus avances estuvieron presentes en la medicina europea durante más de mil años.
Quiénes sentaron las bases de la medicina y quiénes ayudaron a difundirla
Las aportaciones de estos dos médicos griegos fueron cruciales para el desarrollo de la medicina durante la Antigüedad y la Edad Media, incluso en la primera parte de la Edad Moderna, cuando se produjo el gran salto en el conocimiento del cuerpo humano, con el descubrimiento del sistema circulatorio y la invención del microscopio. Sin embargo, su conocimiento no habría llegado a articular el desarrollo de la disciplina sin la labor fundamental de los especialistas que se encargaron de traducir sus escritos y contribuyeron a difundirlo por todo el arco mediterráneo y el continente europeo.
El papel esencial de estos traductores para el avance de la medicina es bien conocido por el grupo de investigación Interpretes Medicinae, de la Universidad de Castilla-La Mancha. Este equipo está liderado por la catedrática de Filología Latina y directora de la Escuela de Traductores de Toledo, María Teresa Santamaría, y lleva años trabajando con textos de la Antigüedad, medievales y también de la Edad Moderna, para conocer cómo fue la difusión de la medicina desde la Antigua Grecia, donde tiene su origen, hasta el resto de lo que se conoce como el mundo occidental.
Cuál es la importancia de la medicina griega
“La medicina griega es el origen de la medicina occidental actual y, en general, universal, porque médicos griegos como Hipócrates, Galeno o Dioscórides, para cuestiones de farmacología, sentaron las bases para toda la medicina sucesiva, tanto del mundo romano y del mundo europeo medieval y del Renacimiento”, dice Teresa Santamaría.
Las aportaciones de estos médicos de la Antigua Grecia fue de tal magnitud que el estudio de sus textos se mantuvo en las universidades hasta bien entrado el siglo XVII, cuando ya se produjo una revolución científica que lo cambió prácticamente todo. Hasta esa época se mantuvo el enfoque humoral de la medicina greco-latina, que entendía el concepto de la salud y la enfermedad como equilibrio o desequilibrio de los cuatro humores básicos del cuerpo humano, y toda la terapia etapa orientada a ello.
Cuáles fueron los periodos clave en la traducción de textos médicos
Teresa Santamaría considera que las traducciones fueron “el proceso básico para la transmisión del conocimiento médico y para la renovación de la medicina”. Esta investigadora identifica varios momentos clave en la historia de la traducción de estos textos.
En primer lugar se produjo una actividad de traducción importante que tuvo su punto álgido en el siglo V de nuestra era, en el que se pasaban textos del griego al latín, y el centro de esta actividad estuvo localizado en el Norte de África y también en Rávena (Italia), donde parece que pudo haber una escuela de medicina y se llevó a cabo una labor de traducción intensa.
Otro momento fue en torno al siglo IX, con la traducción y adaptación de textos de Galeno, Dioscórides y otros muchos autores a la lengua árabe, que tuvo como punto de referencia a Bagdad, desde donde se extendieron a todo el espacio árabe, y por ende también a la Península Ibérica y una pequeña porción del resto del continente europeo.
Los musulmanes, que alcanzaron grandes logros en la medicina, bebieron de estas fuentes griegas traducidas a su idioma y aprovecharon el conocimiento de los primeros médicos para avanzar en la disciplina e incorporar formas nuevas de trabajar.
Sobre el siglo XII también se dio otra ola de traducción de textos médicos del árabe al latín, sobre todo en Montecasino, en Italia, y España. En este momento fue crucial la labor realizada en la Escuela de Traductores de Toledo, donde se llevó a cabo “una labor de traducción importantísima de textos de Galeno, principalmente, que entraron rápidamente en las universidades europeas”, explica la directora del grupo Interpretes Medicinae.
La otra gran etapa de traducción de textos médicos fue el Renacimiento, época marcada por una puesta en valor del mundo clásico y que llevó a recurrir directamente a las fuentes griegas, para traducir los textos al latín. Y más adelante, también se tradujeron los textos del latín las distintas lenguas vernáculas.
Qué papel tuvo la traducción en la difusión de la medicina griega
Es por ello que María Teresa Santamaría afirma que sin ese trabajo de traducción y de difusión del conocimiento la medicina europea no habría madurado ni tampoco habría dado lugar a todo el desarrollo científico en este campo que llegó tiempo después.
Esta investigadora de la UCLM destaca el papel jugado por la Escuela de Traductores de Toledo, que a pesar de su nombre nunca ejerció como espacio de la formación. Concretamente en el siglo XII, esta institución tuvo “un papel capital, pero no muy conocido a nivel popular y es sorprendente”, afirma Teresa Santamaría. Fue un centro “decisivo” a la hora de cambiar la enseñanza universitaria en medicina.
Qué aportaciones a la medicina se realizaron desde la Escuela de Traductores de Toledo
En la Escuela de Traductores de Toledo se tradujeron textos de disciplinas científicas: matemáticas, astronomía, óptica, filosofía, filosofía natural, metafísica y, por supuesto, medicina. El gran traductor de esta escuela fue Gerardo de Cremona, con una treintena de trabajos, que se convirtieron en manuales de medicina de referencia en la época y contribuyeron a cambiar el panorama de la enseñanza de la medicina en las universidades de la Baja Edad Media, y además supusieron “progreso y enriquecimiento léxico”, añade esta investigadora.
En la actualidad la Escuela de Traductores de Toledo es la continuadora de aquel foco de traducción, en el que “se mantiene el espíritu como centro de investigación que sirva también para la generación de conocimiento y el intercambio de cultura”. Se trata, al mismo tiempo de un centro excepcional en el panorama europeo, en el que trabajan filólogos clásicos y arabistas, que intentan mantener el espíritu de esas traducciones.
Qué textos se traducen actualmente en la UCLM
El grupo de investigación Interpretes Medicinae trabaja con diferentes tipos de textos, desde la Antigüedad hasta el Renacimiento, y especialmente con textos latinos, que pueden ser traducciones o textos originales. También buena parte de su trabajo se centra en textos de la Escuela de Toledo, así como traducciones árabes que se realizaron en Bagdad. “Hay que conocer muy bien la tradición médica, que no supone solamente trabajar en un texto, sino también conocer desde los orígenes a la pervivencia”.
Las personas integrantes de este grupo de investigación cuenta con una alta especialización en este campo, que les permite afrontar el texto, no solamente desde el punto de vista estrictamente de la traducción, porque se trata de una literatura técnica que requiere el conocimiento de la medicina antigua para poder interpretar los textos y saber qué quieren decir las palabras. Un trabajo también de “arqueología textual”, para recuperar esos textos del pasado, muchos de ellos todavía inéditos.
En la actualidad, este grupo de la UCLM tiene entre manos un par de proyectos de investigación, uno de ellos sobre una traducción arabolatina sobre medicamentos, y el otro que se centra en el trabajo realizado en la Escuela de Traductores de Toledo. Investigaciones que ayudan a comprender mejor la influencia griega en la medicina antigua. p