A pesar de los intentos del rector por hacerles entrar en el Auditorio para conocer las razones de esta medida, la gran mayoría prefirió mantenerse fuera así que Pedro Molina no tuvo más remedio que dar algunas explicaciones de viva voz en el pasillo central del campus.
La no reducción de la jornada, explicó el rector, viene dictada por la decisión de la Gerencia de la Universidad, cuya decisión se coloca por encima del Reglamento de Jornadas, Permisos, Licencias y Vacaciones del Personal de Administración y Servicios de la Universidad de Almería, que establece una jornada de nueve a dos o de dos a siete en el periodo veraniego.
La Gerencia basó su decisión en el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que indica que la jornada de los trabajadores del sector público debe tener un mínimo de 37 horas y media a la semana.
Ya dentro de la sala, ante los pocos trabajadores que accedieron a la petición de Pedro Molina, el rector ha dicho respecto a la jornada reducida en época estival, que “no sería comprensible para el conjunto de la sociedad un horario reducido” y tampoco “equitativo comparativamente con otro personal funcionario e incluso con el propio profesorado de la UAL”, al que el miércoles informó que por cumplimiento del Real Decreto 144/2012 debía impartir un tercio más de docencia.
Por su parte, los trabajadores se quejan de que “no se ha negociado y no se aplica a otras universidades andaluzas”, de ahí su malestar y negativa a aceptar esta decisión, que a la postre será impuesta “guste más o gueste menos”, argumentó el rector.