Los próximos 27 y 28 de octubre de 2022 tendrá lugar, en la Universidad de Almería, la reunión que dará comienzo al desarrollo del instrumento TARSIS. Este proyecto está coliderado desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en estrecha colaboración con el Observatorio de Calar Alto (Centro Astronómico Hispano en Andalucía, CAHA), tres universidades andaluzas (Almería, Granada y Sevilla), el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), el socio industrial FRACTAL S.L.N.E. y el INAOE mexicano.
La reunión constituirá un punto de encuentro para todos los miembros del equipo que participarán en el desarrollo de TARSIS, y también un punto de partida del diseño de los diferentes subsistemas que conformarán el instrumento una vez terminado su desarrollo. Además, está prevista una visita al Observatorio de Calar Alto para que el equipo del proyecto al completo pueda conocer dónde se ubicará el fruto de su trabajo.
El nombre TARSIS, acrónimo del inglés Tetra-ARmed Super-Ifu Spectrograph, alude a su diseño óptico basado en cuatro brazos, tres de ellos sensibles a longitudes de onda azules y uno sensible a longitudes de onda rojas. La combinación de un amplio campo de visión (3×3 minutos de arco) y una alta sensibilidad desde el ultravioleta (en el rango conocido como rayos UV-A) hasta longitudes de onda rojas harán de TARSIS un instrumento único. El diseño de TARSIS y la exquisita transparencia del cielo de Calar Alto permitirán observar en el rango completo de UV-A, un dominio casi inexplorado desde Tierra.
“Solo las características únicas de TARSIS permiten cartografiar completamente los cúmulos de galaxias a distancias en las que todavía podemos resolver la estructura interna de las galaxias en un amplio rango de energías”, señala Jorge Iglesias, coinvestigador principal de TARSIS en el IAA-CSIC. Armando Gil de Paz, coinvestigador principal del proyecto en la UCM, añade que “TARSIS supone un gran reto, pues obtener información en un rango de energía tan amplio y en un campo de este tamaño en espectroscopía bidimensional no tiene precedentes en ningún telescopio en tierra o en el espacio. Así, mientras que la espectroscopía clásica apenas cubría una estrecha rebanada del cielo, TARSIS va a observar 160 de ellas”.
Una vez concluido el desarrollo, TARSIS pasará a formar parte de la instrumentación disponible en el telescopio de 3.5 metros de Calar Alto. Sin embargo, durante los primeros años de observaciones TARSIS estará dedicado mayoritariamente al proyecto CATARSIS, que estudiará una muestra de dieciséis cúmulos de galaxias lejanos y permitirá alumbrar etapas anteriores del universo: se trata de galaxias entre un 20% y un 25% menos masivas que las actuales, pero que, en su camino a convertirse en las galaxias que vemos hoy, formaban estrellas a un ritmo tres veces superior al presente. “Se trata de la primera vez que estudiamos las estructuras más grandes y masivas del universo de forma sistemática, midiendo las velocidades de todas y cada una de las galaxias que las conforman, desde su centro hasta las regiones más externas”, señala Patricia Sánchez Blázquez, responsable de ciencia de CATARSIS y miembro del equipo del instrumento de la UCM. Las observaciones de CATARSIS permitirán validar el modelo cosmológico estándar y comprender la naturaleza de la materia y energía oscuras, así como la relación entre la evolución de las galaxias y su entorno.
La construcción de TARSIS será financiada a través de fondos europeos de desarrollo regional (FEDER) y de las aportaciones de las instituciones del consorcio en forma de instalaciones y personal. El coste total del instrumento está estimado en 7.8 millones de euros, de los cuales el Ministerio de Ciencia e Innovación ya ha concedido fondos Next Generation EU a CAHA para lanzar el proyecto por valor de 1.48 millones de euros con cargo a las ayudas públicas para ICTS en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia 2021.
La Universidad de Almería (UAL) está estrechamente comprometida con el proyecto. Gracia Ester Martín Garzón representante de la UAL en el consorcio TARSIS, destaca que la construcción de este instrumento supone un reto desde el punto de vista computacional por el enorme volumen de información que se generará para ser procesado en tiempo real. Nuestro equipo, con amplia experiencia en computación de altas prestaciones y procesamiento de imágenes astronómicas, contribuirá en el desarrollo del software específico que permita analizar ágilmente los datos generados, aspecto esencial para abordar los retos científicos de CATARSIS.
El Observatorio de Calar Alto constituye una de las infraestructuras que pertenecen al mapa de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS), aprobado por el Consejo de Política Científica, Tecnológica y de Innovación el 6 de noviembre de 2018.