La tenencia o el cuidado de animales de compañía ha aumentado en todos los países del mundo a niveles muy por encima del promedio histórico, tanto, que en Estados Unidos, por ejemplo, hay más perros y gatos que niños.
Así lo advierte la doctora Myriam Acero Aguilar, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y autora del libro La familia multiespecie, perros y gatos compañeros en el cual describe los significados, cuidados y relaciones entre humanos y animales de compañía.
En el libro, la experta recoge uno de los productos de su investigación “La relación humano-animal de compañía como fenómeno sociocultural, perspectivas para la salud pública”, presentada en el Doctorado Interfacultades en Salud Pública de la UNAL, y además propone una mirada muy particular en la que se advierte lo que las personas piensan y sienten en su vida cotidiana acerca de perros y gatos, a los que prefiere identificar como “animales de compañía”, antes que como “mascotas”.
Riesgos epidemioloógicos
“Tradicionalmente los problemas de salud pública relacionados con los animales –como las zoonosis, mordeduras o contaminación ambiental– se estudian e intervienen desde la epidemiología clásica, cuyo centro de interés es medir y reducir el riesgo que los animales representan para los humanos”, señala la autora.
Agrega que “desde una perspectiva tan limitante como la del riesgo es difícil preguntarse por los cambios en los significados sobre los animales y su relación, por ejemplo, con el hábito de tener animales de compañía como un fenómeno de relevancia no solo individual, sino social”.
Aunque el riesgo epidemiológico es importante, resulta insuficiente para entender la relación entre naturaleza, sociedad y salud, lo que ha llevado a enfrentamientos con la sociedad, que le reclama a la salud pública prácticas más acordes con las configuraciones sociales que han tomado los animales de compañía.
Familias multiespecie
Por esto realizó un trabajo de investigación cualitativa de corte etnográfico, para entender cómo las personas y las instituciones significan y representan los animales, y desde allí instar a la salud pública por una mirada más amplia y menos antropocéntrica que dé cuenta de los significados que los animales tienen en las sociedades contemporáneas.
Al respecto, pone en consideración cómo los perros y los gatos se han convertido en importantes miembros de la familia y de la vida de las personas, especialmente en el contexto urbano.
“El concepto tradicional de la familia humana ha cambiado: ahora, además de las familias conyugales, hay muchas otras formas de unión que también son categorizadas como familia. Teniendo en cuenta que también se establecen vínculos afectivos con otras especies, se viene reconociendo a los animales de compañía como parte de la denominada familia multiespecie”.
Trato “animalizado”
La docente destaca la importancia de entender que perros y gatos no pueden ser otro miembro más de la familia –como lo incentiva la industria para mascotas– sino que merecen un trato diferencial no humanizado que reconozca las características y necesidades de cada especie, es decir, un trato “animalizado”.
Agrega que aunque el libro es esencialmente académico, trató de llevar algunos de sus resultados al plano pedagógico a través de una obra de títeres que acompañó a su presentación el pasado sábado.