La falta de agua sanitaria e higiénica dificulta la batalla contra la COVID-19 en África

Una investigación internacional en la que participa la Universidad de Granada llama la atención a las organizaciones y agencias de ayuda internacional para que se facilite el acceso a agua limpia.

África subsahariana tiene problemas con el agua limpia para uso sanitario e higiénico. En esta región del continente se estima que un tercio de la población carece de abastecimiento de agua seguro y más del 70% no cuenta con un saneamiento adecuado.

La situación empeora en zonas rurales. Una investigación internacional, en la que participan Jorge López Puga y Ana María Ruiz-Ruano García, docentes del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico y del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UGR, respectivamente, señala esta problemática y la asocia con la presente lucha contra la pandemia de COVID-19.

La higiene de manos adecuada, con agua y jabón, se considera una medida preventiva, barata, efectiva y fácil de aplicar para reducir la transmisión de enfermedades infecciosas. En el contexto de la pandemia de COVID-19 ha sido ampliamente recomendada a nivel global pero, recuerda el estudio, “esta sencillez de implementación es solo aparente porque en ciertas zonas del mundo la mayoría de la población no tiene acceso a servicios básicos como son el agua potable, el saneamiento y la higiene”. Es el caso de África subsahariana.

La falta de acceso a servicios adecuados de agua, saneamiento e higiene complica la lucha contra el coronavirus y también es un factor de riesgo en el desarrollo de múltiples patologías, como diarreas o infecciones del tracto respiratorio.

“Aumentar la disponibilidad de agua en buenas condiciones puede ser efectivo en el contexto de la pandemia de COVID-19 y ayudaría a reducir la mortalidad asociada a otras enfermedades prevalentes en el continente africano”, explican los investigadores, quienes destacan la urgencia de este asunto, “porque la respuesta a emergencias sanitarias, a menudo, concentra todos los esfuerzos en la propia crisis y descuida otras enfermedades”. Por ejemplo, y al igual que ocurrió a raíz del brote de ébola en 2014, los casos de malaria aumentaron en 14 millones en 2020 respecto al año anterior, mientras que la tuberculosis provocó 1,5 millones de muertes en el mundo en 2020 (la primera vez en más de una década que se produce un aumento).

El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo. Esta celebración, propuesta por Naciones Unidas (ONU), tiene por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera que se alcance el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: “Agua y saneamiento para todos antes de 2030”.

Referencia bibliográfica: P. Marcos-Garcia, C. Carmona-Moreno, J. López-Puga, A.M. Ruiz-Ruano García, COVID-19 pandemic in Africa: Is it time for water, sanitation and hygiene to climb up the ladder of global priorities?, Science of The Total Environment, Volume 791, 2021, 148252, ISSN 0048-9697, https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2021.148252.