El Proyecto Fartet forma parte de un proyecto más amplio que afecta a tres ríos del sureste ibérico y a tres comunidades autónomas: el río Adra en Almería, el río Chícamo en Murcia y el río Vinalopó en Alicante. La Asociación Columbares y la Asociación El Árbol de las Piruletas, con la colaboración de la Fundación Biodiversidad y la Obra Social de Cajamadrid, han comenzado a desarrollar las actividades del “Proyecto Fartet” en la provincia de Almería, una iniciativa destinada a garantizar la supervivencia de este pez en el río Adra, uno de los pocos cauces fluviales de España donde habita.
El objetivo es favorecer la conservación del fartet en el río Adra y la recuperación ambiental de sus hábitats, pero además se pretende propiciar el desarrollo sostenible en el entorno del río Adra, haciendo compatibles la actividad agraria con la preservación de los valores naturales y paisajísticos existentes en la zona.
Para ello, las dos asociaciones pretenden sensibilizar ambientalmente a la población para que conozcan la importancia ecológica de esta especie, los increíbles valores ambientales y estéticos del río, e implicarla en la conservación de los mismos. Especialmente, se trabajará en la concienciación de los colectivos con mayor incidencia en la conservación del entorno como son los regantes, agricultores y propietarios colindantes al cauce. Además se contará con la colaboración de voluntarios que participen directamente en las actividades del proyecto.
El fartet y el río Adra
El fartet es un pequeño pez, en peligro de extinción, cuya distribución andaluza se limita a río y las albuferas de Adra. El fartet (Aphanius iberus) es un pez continental, de pequeño tamaño, que habita exclusivamente en ríos y zonas húmedas del litoral mediterráneo español, y que podría desaparecer a causa de las alteraciones de su hábitat, la contaminación de las aguas o la competencia de especies invasoras como la gambusia. Históricamente, el fartet era relativamente abundante, pero actualmente, su presencia en Andalucía ha quedado restringida exclusivamente al río Adra, a la red de riego asociada al mismo y a las albuferas de Adra; por lo que ha sido clasificada como especie en peligro crítico de extinción.
El río Adra constituye un ecosistema singular y de gran valor ecológico en el contexto andaluz, que ha sido declarado Lugar de Importancia Comunitaria en aplicación de la Directiva Europea de Hábitats. Representa una lámina de agua permanente en un entorno bastante árido, lo que posibilita la existencia de una rica biodiversidad y un paisaje asociado de alto valor ecológico, en el que predominan los tarayales y otras formaciones vegetales ribereñas.
