El pasado islámico, el tratamiento de la piedra y la presencia del fuego en las fiestas tradicionales se han convertido en tres iconos inconfundibles del patrimonio inmaterial de la provincia de Almería, según se recoge en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía, un proyecto que registra, documenta y difunde este enorme patrimonio, del que también forman parte los viñedos en terraza o los regadíos.
Elaborado por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), recoge hasta el momento más de 1450 expresiones del patrimonio inmaterial andaluz.
El consejero de Cultura, Paulino Plata, ha presentado esta mañana en la sede del Teatro Cajasol de Sevilla el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía, un proyecto que registra, documenta y difunde el patrimonio cultural andaluz más vivo y dinámico, el inmaterial, para sensibilizar a la sociedad y a los colectivos implicados.
El Atlas se encuentra en 2012 en su tercera fase de investigación, si bien es un proyecto que permanecerá vivo y abierto para poder seguir incorporando expresiones vivas del patrimonio inmaterial de Andalucía. El ámbito geográfico de actuación es el territorio de la Comunidad Autónoma andaluza, compuesto por 771 municipios agrupados en 62 comarcas.
Debido a la envergadura del proyecto y a la necesidad de coordinar esfuerzos, el IAPH cuenta con la colaboración de otras instituciones interesadas en el conocimiento y salvaguardia del patrimonio inmaterial: Instituto Andaluz del Flamenco, Centro de Estudios Andaluces, Instituto de Patrimonio Cultural Español, Dirección General de Bienes Culturales, Grupos de Desarrollo Rural de Andalucía, universidades andaluzas e informantes y protagonistas del patrimonio inmaterial identificado.
basculan buena parte de los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas de la provincia de Almería que se recogen en el recién presentado Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía.
En este sentido subraya las huellas materiales en La Alpujarra como alquerías, torres, fortalezas, ermitas, cultivos en terrazas y complejos sistemas hidráulicos que remiten a su pasado bereber.
El documento habla de la fuerte oligarquía agrícola local, que originó la presencia de cofradías y hermandades bajo las cuales germinarían sus Cuadrillas de Ánimas, actualmente, seña de identidad de los velezanos, depositarios de la poesía oral improvisada de sus “trovaores”. Almanzora, proviene del árabe al-Mansura, “la Victoriosa”, da nombre al río, al valle y la comarca de Almanzora.
Técnicas y oficios
En el apartado de técnicas, destaca la forja del metal y el tratamiento de la piedra en las canteras, de las que perdura el mármol. En Almería han existido grandes plantaciones de esparto, “planta del sol y de la miseria”, que dio lugar a oficios como el de la espartería, la cestería, el de esteros y canasteros.
Albox, Alhabia, Níjar, Sorbas, Benahadux o Vera. Todos han sido importantes centros alfareros, herederos de una tradición milenaria caracterizadas por su versatilidad. Alcuzas, cántaros, peroles de gachas, cazuelas, gallos, gárgolas, ajuaricos, botijos, bartolos, jarras de trampa, lebrillos, mieleras, son algunos de los ejemplos de sus variedades y especialidades en barro, al fuego o barnizado.
Agricultura
A propósito de la agricultura, esta guía inmaterial no olvida los regadíos de los árabes, imprescindibles para el apogeo de nuevos cultivos como el de las moreras para la cría de gusano de seda y la introducción de nuevas técnicas telares de las que aún quedan huellas en la provincia.
Los viñedos en terrazas, los parrales, la elaboración de vino de mesa y la barrilería en Terque son algunos de los testimonios de una tradición vinícola importante que fue desplazada por la más reciente horticultura. Almería cuenta ahora con vinos reconocidos como los de Desierto de Almería, Laujar Alpujarra, Ribera del Andarax, Almanzora y Filabres.
Fiestas
El fuego es el elemento que aúna buena parte del panorama festivo de la provincia almeriense. Y con él el arte de crearlo, la pirotecnia. El uso del fuego caracteriza a las fiestas almerienses en general, siendo un elemento imprescindible, anunciando el comienzo de éstas y su final. El fuego se encuentra presente en diversas formas (tracas, cohetes, fuegos artificiales), como la explosión de tracas de la Quema de la Zorra en Íllar; en forma de hoguera con ramas de madera como en los Chiscos de la fiesta de San Antón, una de las fiestas con más tradición dentro de La Alpujarra. A veces, su uso es constante durante toda la fiesta: el Cristo de Dalías, o las Lumbres de San Antón y San Sebastián en Cantoria, donde pólvora y fuego se despliegan en la víspera de la festividad en forma de carretillas.
También destaca las conmemorativas Fiestas de Moros y Cristianos ricas en colorido, en representaciones teatrales, transmisión oral de romances y el sabio uso del fuego y la pirotecnia. La Fiesta de San Marcos como la de Ohanes y Alhama de Almería son ejemplos de la importancia de la ganadería en la zona, donde toros y patrón constituyen dos referentes identitarios en torno a los cuales se renuevan cada año valores compartidos.
Gastronomía
La apicultura y la miel, la producción quesera, los Papaviejos, los gurullos, los hornazos, el pisto tabernero, los alfajores, las migas, los roscos de pan dormido, las milhojas, los buñuelos, los soplillos son ejemplos de la rica y variada alimentación almeriense.