Durante la sesión de tarde en la jornada de ayer se celebraron tres conferencias. La primera, ‘Los partidos políticos durante la revolución portuguesa de 1974-1975’, fue ofrecida el por el Catedrático del Departamento de Historia de la Universidade Nova de Lisboa, Fernando Rosas quien ofreció una interesante visión del proceso revolucionario acaecido en Portugal durante los años posteriores a la dictadura de Salazar. En su conferencia aludió a un denominado “golpe militar atípico” y al “movimiento popular radicalizado” como los pilares fundamentales del cambio de estado político en el Portugal de finales de los años 70. Lo denomina como atípico por ser los propios oficiales militares intermedios quienes se sublevan contra la jerarquía castrense producto del cansancio sobrevenido después de 13 años de contienda colonial, quienes pronto se unirán a los grupos izquierdistas que durante años lucharon en la clandestinidad contra la dictadura establecida.
Para Rosas es en el terreno de la política partidaria donde se zanja la legitimidad de un Estado gobernado en democracia y Abril de 1975, fecha de las primeras elecciones libres en Portugal, marca el inicio de la contención del proceso revolucionario, una contención pactada que suprimía la sublevación militar a través de las urnas.
Durante la segunda conferencia, ‘Los partidos políticos en los procesos de Transición de los países de la Europa Central, Suroriental y Báltica’, el profesor y Catedrático de la Universidad de Valladolid, Guillermo Pérez Sánchez ha desarrollado una aproximación al proceso democratizador de los países del Este de Europa incidiendo en el hecho único, por diferente al resto de procesos de Transición, de haber sido triple, abarcando el ámbito político en clave constitucional, el ámbito económico, con todas las modificaciones y reconversiones sobre comercio exterior y relaciones mercantiles internacionales, y el ámbito social centrado en la población civil.
El legado del exilio europeísta fue de gran importancia para la ruptura del régimen soviético al poner al Partido frente al espejo de Europa y la evolución del resto de naciones hacia una democracia compartida. Guillermo Pérez destacó como rasgo significativo el rápido cambio de sistema político debido, en parte, a que el régimen no estuvo exento ni mucho menos de crisis internas desde el año 1953 hasta 1989 con la caída del muro de Berlín y a la proliferación de numerosos grupos políticos surgidos desde la clandestinidad y al albor de la desintegración de un sistema nacido para la continuidad como contraposición natural al capitalismo.
La tercera y última conferencia de la tarde, ‘La transición democrática mexicana y la creación de un sistema de partidos’, la ofreció José Woldenberg, Catedrático de Ciencia Política de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien centró su discurso en el sistema político y partidista mejicano de los últimos 70 años, representado fundamentalmente en la existencia de un único grupo de gobierno permanente, el PRI (Partido Revolucionario Institucional).
Describió el desarrollo de la política mejicana de las últimas décadas centrando la atención en tres momentos fundamentales que vinieron a promover los cambios más significativos de un sistema electoral favorecedor del mismo grupo de poder ya establecido. Cambios que abarcaron desde finales de los años 70 hasta finales de los 90 y por motivos tan diversos como las revueltas sociales, las rupturas partidistas o el levantamiento zapatista de Chiapas.
El oscurantismo del sistema electoral mejicano y las continuas y parciales reformas han venido a desembocar en una profunda sensación de desencanto entre la población más comprometida con los movimientos políticos y sociales que, paradójicamente, han optado por emigrar a otros países.
Conferencias de hoy
La mañana de hoy martes ha comenzado con la conferencia ‘Sistema electoral: ¿una decisión neutral?’. De la mano del Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Madrid, Álvaro Soto Carmona, los asistentes a la misma han seguido las explicaciones sobre el actual sistema político de partidos heredado de los principios establecidos en la Constitución aprobada durante los años de Transición española, una sociedad sin experiencia previa en cultura democrática y cuyos motivos de voto para la población tenían más que ver con la filiación o el rechazo al líder político que a la propia ideología de partido.
· El profesor Soto ha reflexionado sobre un sistema electoral como el actual, basado en listas cerradas, donde los candidatos no son conocidos ni reconocidos por los electores, y en la obtención de mayorías frente a la proporcionalidad de voto, que beneficia claramente a los grupos mayoritarios e impide la diversidad de soberanía partidaria. Pero tal como ha manifestado, la modificación de la ley electoral necesita del consenso de las fuerzas políticas mayoritarias para cambiar la misma Constitución, pero si son éstas las que se ven siempre favorecidas por el actual sistema, ¿cómo van a querer cambiarlo? Sería una actitud suicida.
La segunda conferencia se ha centrado en el papel de la extrema derecha durante el proceso de la Transición española y ha sido ofrecida por el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, José Luis Rodríguez Fernández. Tomando como periodo de transición en relación a estos grupos de 1973 a 1982, el profesor ha desarrollado la evolución de la extrema derecha o el “búnker derechista” desde la crisis de sucesión que se planteó a la inminente muerte de Franco hasta la definitiva erosión y disolución del bloque derechista como fuerza de resistencia al cambio democrático.
Para los grupos de extrema derecha la lucha no se focalizó contra otros de marcado carácter contrario como pudieran ser comunistas o socialistas, sino hacia las facciones reformistas y aperturistas del mismo gobierno franquista a cuyos miembros tachaban de traidores y que, para ellos, hacían peligrar el espíritu primigenio del régimen fijando cambios en materia de política económica, política exterior o permisividad cultural y de prensa. El objetivo perseguido por estos grupos derechistas no era otro que el inmovilismo o, incluso más, una vuelta al estado franquista de los años 40 y 50.
Finalmente, el constante fracaso de los intentos derechistas por socavar el camino hacia la apertura y la democracia española los llevó a desparecer como grupo de presión dentro del sistema y a convertirse en asociaciones minoritarias de presión desde la calle o desde sus propios medios de difusión y comunicación que, también y de forma paulatina, fueron perdiendo fuerza y peso en una sociedad cada vez más alejada del antiguo régimen.
Al final de la mañana, el Catedrático de Historia Contemporánea y director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Valladolid, Ricardo Martín de la Guardia, ha llevado a cabo la exposición de diecisiete comunicaciones elaboradas por diferentes investigadores noveles donde se ahonda y recogen diversos aspectos de los procesos de democratización dentro y fuera de las fronteras de nuestro país. Algunos de estos trabajos se centran en el papel de los grupos conservadores y de extrema derecha, otros se centran en procesos de transición de países iberoamericanos y países del Este de Europa, y otros tratan cuestiones electorales puntuales en España como el mensaje publicitario de los grupos políticos o la discapacidad en tiempos de transición.
Du
rante la sesión de esta tarde, y también en el salón de actos de la UNED, se desarrollarán tres conferencias. A las 17:00, El papel de AP en la transición española, defendida por Charles T. Powell, Doctor en Historia por la Universidad de Oxford y profesor de Historia Contemporánea en la Universidad CEU-San Pablo. A las 18:15, Un partido político para la reforma, La UCD de Adolfo Suárez, de la mano del Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Albacete, Manuel Ortiz Heras. Y a las 20:00, La disputada alternativa socialista, que correrá a cargo de Abdón Mateos López, Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Nacional de Educación a Distancia.