Orozco hizo un recorrido de dos horas por sus diez años de carrera artística con un total de casi veinte canciones, de las que le han llevado a tener el hueco dentro del panorama musical español que tiene hoy.
Durante el concierto hubo momentos de todo tipo, momentos de poderosa música en los que la fuerza y vitalidad de la batería de Toni Pagés y las guitarras de David Sevilla y Johnny Caballé mantuvieron levantado al público durante casi todo el concierto, momentos de intimidad en los que el piano de Xavi Pérez, la delicadeza del violín de Gala Pérez y el cello de Ana Comellas, y los sentimientos desnudos de Antonio Orozco rozaban la fibra más sensible de los espectadores.
Antonio Orozco comenzó cantando “Es mi momento”, para después dedicar nuevamente unas palabras al público almeriense y agradecer el cariño que este le ha brindado desde siempre al músico y a sus canciones. Más adelante sonaron temas tan conocidos como “Una y otra vez”, acompañado tan solo del violín y el cello, que como siempre, hizo temblar las tablas del Maestro Padilla. También se pudo escuchar “Qué me queda”, “Lo que pasó, pasó”, “Ya lo sabes”, “Estoy hecho de pedacitos de ti”, “Es mi soledad”, “Lo que tú quieras soy”… Todos bajo nuevas versiones, que no pierden el alma de la música del catalán, pero que se renuevan y muestran la evolución y crecimiento que el bagaje de estos diez años ha influido sobre él.
Interpretó también temas nuevos o que salen de su repertorio, como es el caso de la única canción inédita del disco “Diez”, titulada “Siempre imperfectos”, dedicada a los que, como él mismo, no se rinden ante los errores, o “Abre la puerta”, que cantó acompañado únicamente de su guitarra, para homenajear a los inmortales “Triana”.
Durante el concierto hubo también momentos muy divertidos en los que el cantante se mezclaba con el público para bailar todos al mismo son de la misma manera, lo que hizo que todo el auditorio se moviera al unísono, resultando una de las situaciones más divertidas de la velada. Esto fue lo que demostró que los seguidores almerienses de Antonio Orozco son, como el mismo dijo, de sus favoritos.