El Cerro Cabezo María, en Antas, es incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la tipología de Zona Arqueológica. Este enclave es fundamental para la investigación de la cultura argárica, y también destaca por los restos arqueológicos que van desde la Edad del Bronce hasta la etapa hispanomusulmana.
El yacimiento se sitúa en las estribaciones orientales de la Sierra de los Filabres, en un cerro aislado que domina visualmente la depresión de Vera. La zona arqueológica ahora delimitada, con una extensión de 7,44 hectáreas, comprende tanto sus laderas como la cima, donde se ubica la Ermita de la Virgen de la Cabeza que le da nombre.
Los restos de la Edad del Bronce corresponden a materiales argáricos, dada la localización del cabezo cuatro kilómetros al sur de El Argar, el yacimiento que dio origen a la investigación de la cultura prehistórica de esta denominación. Las primeras excavaciones fueron realizadas a finales del siglo XIX por el arqueólogo belga Luis Siret y las siguientes, que confirmaron la importancia del sitio, se desarrollaron en las décadas de 1980 y 1990.
Los vestigios de edificaciones encontrados, en su mayor parte de época argárica, son estructuras de planta cuadrangular, parcialmente excavadas en la roca y cerradas por muros de mampostería. Estos espacios se organizan en terrazas, en su mayor parte creadas artificialmente con muros de piedra sin trabajar que siguen las curvas de nivel.
Entre los materiales hallados sobre el terreno, destaca la cerámica romana, con abundantes ejemplos de los tipos denominados ‘sigillata clara africana’, ‘terra sigillata hispánica’ y ‘sudgálica’, así como numerosos fragmentos de ánforas.