Hoy en día es habitual escuchar palabras como Pfizer, Moderna, Janssen o AstraZeneca en la mayoría de los círculos sociales. Pero, ¿qué hay detrás de estas empresas? La respuesta es sencilla: ciencia, mucha ciencia. Dentro de todo lo que abarca la palabra ciencia, la biotecnología es probablemente una de las principales responsables del desarrollo de las vacunas que nos ayudarán a paliar la pandemia ocasionada por la covid-19.
A comienzos de los años 50, los biólogos investigadores Francis Crick y James Watson publicaron en la revista Nature la macromolécula que es responsable de la transferencia de información genética de progenitores a descendientes: el ácido desoxirribonucleico (ADN). Su estructura de doble hélice y composición a partir de la combinación de únicamente cuatro moléculas (nucleótidos: G, A, T, C) indica la importancia del orden en su disposición. De ello dependerá la formación de los diferentes genes y, a su vez, las proteínas que constituyen las características del cuerpo humano.
Este descubrimiento permitió comprender que era posible el desarrollo y modificación de la información genética y, con ello, comenzó el desarrollo de la biotecnología que se vio impulsada en el sector empresarial y de investigación a partir de la sentencia de la Corte Suprema de EE. UU. que dictaminó la posibilidad de patentar un “microorganismo vivo que fuese creado por el ser humano”.
Desde entonces, los avances más relevantes en el sector biotecnológico hasta comienzos del siglo XXI han estado relacionados con la ingeniería genética y la medicina, donde se ha llevado a cabo la síntesis de moléculas terapéuticas y anticuerpos monoclonales para el tratamiento de enfermedades y, el desarrollo de diversas vacunas frente a virus a partir de virus atenuados o más recientemente mediante moléculas de ARN mensajero (donde se encuentran las vacunas desarrolladas frente al SARS-CoV-2).
Por tanto, nos encontramos en un momento de pleno auge del sector biotecnológico, a pesar de la dificultad para predecir el futuro de esta ciencia multidisciplinar, ya que, de forma paralela, estamos inmersos en una crisis económica por la pandemia.
La evolución del mercado biotecnológico
El desarrollo del sector biotecnológico no solo incluye el campo sanitario donde se encuentran las vacunas, sino que también engloba otras múltiples aplicaciones en áreas como, por ejemplo, la ingeniería agroalimentaria. En este contexto, la biotecnología podría servir para aumentar la capacidad productiva y de suministro de alimentos a todas las regiones del mundo, con el desarrollo competitivo de la acuacultura, basada en la producción de alimentos a partir del cultivo en el medio marino.
Asimismo, la aplicación de la biotecnología en esta área permite mejorar y crear alimentos más selectos y gourmet dedicados al consumo en seleccionadas cadenas de restauración. No obstante, la evolución del mercado biotecnológico en sus múltiples aplicaciones vendrá influido principalmente por el desarrollo tecnológico y económico, así como, por criterios sociales, políticos y éticos. Estos parámetros serán los responsables en última instancia del éxito o fracaso de las alternativas desarrolladas.
Los futuros profesionales del sector
La inversión en el sector biotecnológico aumentó un 6,2 % en el año 2019 respecto al año anterior. Alcanzó así una cuantía total de 154 millones de euros (alrededor del 11 % del gasto destinado a I+D en España). Esto supone una cantidad considerable. En los últimos años esta área, junto con otras relacionadas con las ciencias de la salud, ha conseguido financiación nacional para numerosos proyectos de investigación debido, en gran medida, a la multidisciplinariedad de los equipos de investigación responsables.
Sin embargo, el número de miembros que poseen una formación directa en biotecnología es escaso, ya que el programa formativo en esta disciplina en España es bastante reciente. Por ello, podemos encontrar perfiles afines relacionados con la ingeniería agronómica, bioquímica e ingeniería química que se han especializado posteriormente en biotecnología mediante programas de posgrado.
Los primeros estudios universitarios de biotecnología en España se implantaron con la publicación en 2002 del RD 1285/2002 del 5 de diciembre y fueron impartidos inicialmente en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León durante el curso 2004-2005.
Posteriormente, con la adaptación de los planes de estudios universitarios al espacio europeo de educación superior (proceso de Bolonia), se comenzó a implantar el Grado en Biotecnología en otras universidades españolas a partir del curso 2009-2010. Desde ese momento, el análisis de nuevas matriculaciones en la titulación en España indica un crecimiento progresivo de esta disciplina a lo largo de los años, alcanzando un total de 24 titulaciones de Grado en Biotecnología en la actualidad (Figura 1).
Las previsiones laborales de esta disciplina con los indicadores existentes no son sencillas. Entre los diversos factores que condicionan el mercado laboral del sector biotecnológico se encuentran el actual contexto de crisis sanitaria ocasionada por la pandemia y la cuestión sociopolítica como variables de gran influencia aunque, como ya ocurrió en situaciones precedentes, no conviene sustentar en ellas la rentabilidad de altas inversiones a largo plazo.
Sin embargo, el futuro de los profesionales que hoy en día están siendo formados, y para los que son muy importantes el diseño de programas formativos versátiles e inclusivos destinados a una mejora continua de los planes de estudio, dependerá de la progresiva aparición de nuevas oportunidades de contratación en las distintas áreas que integran el mercado laboral del sector biotecnológico.
Martín Muñoz Morales, Ayudante. Departamento de Ingeniería Química. Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos y Montes de Albacete, Universidad de Castilla-La Mancha; Engracia Lacasa Fernández, , Universidad de Castilla-La Mancha y Salvador Cotillas Soriano, Profesor Ayudante Doctor. Departamento de Ingeniería Química y de Materiales. Facultad de Ciencias Químicas, Universidad Complutense de Madrid