Como parte de la actividad innovadora de la empresa Jardines Mediterráneo, el equipo técnico y de dirección de esta empresa realizó un seguimiento a los trabajos que está desarrollando la Fundación Cajamar para utilizar una enmienda creada a base de compost del residuo orgánico de los cultivos de hortalizas de Almería y de zeolita.
Si bien todas las experiencias previas se han centrado en plantas de restauración ambiental y en condiciones de cultivo muy adversas, la idea de que los beneficios que ya se han demostrado en la revegetación forestal pudiesen tener algún tipo de réplica en plantas ornamentales fue un argumento defendido por un equipo conjunto de ambas partes, que acordaron realizar un primer ensayo una vez que Jardines Mediterráneo comenzase la primera producción comercial en la que se pudiese probar la enmienda.
Trascurridos los meses de preparativos, desde primeros de septiembre está en marcha el primer ensayo que se hace sobre un centenar de plantas ornamentales del tipo Dipladenia Sundeville que Jardines Mediterráneo tendrá lista para exportar en el primer trimestre del año que viene. Se busca así la reducción de la necesidad de productos químicos en el crecimiento y cuidado de las plantas, un uso sostenible del agua y la optimización de los ciclos de producción anual de nuevas plantas.
En este primer ensayo, la enmienda de la Fundación Cajamar está añadida al substrato convencional y la planta sigue el mismo proceso de cultivo que sus hermanas. En los meses venideros, los dos equipos se encargarán no solo de medir el vigor de las plantas sino los parámetros fisiológicos para poder entender lo que ya empieza a dar síntomas de un mejor crecimiento de las plantas.