Para Juan Vida, la pintura había perdido la fuerza para expresar sus emociones. Parecía como si el artista se había abandonado en su proceso creativo y sólo pudiera estremecerse ante las creaciones de otros y no pariendo las suyas propias.
Pero, como muchos dicen, un hijo, en este caso una hija, cambia la vida de una persona, y eso mismo es lo que le ocurrió a Juan Vida. El pintor encontró en la adopción de su hija un relato ideal para ser contado mediante la pintura, y así lo hizo, así lo plasmó en ‘Un cuento chino’.
Juan Vida se muestra vitalista en esta exposición. Trece cuadros que son trece momentos inolvidables de su propia biografía, que con la fuerza del color expresan los sentimientos por los que atravesó el pintor durante el proceso de adpoción. Estos cuadros se acompañan de una serie de textos que ayudan a contextualizar, a situar al espectador en el lugar de este pintor metido ahora a contador de historias.
La exposición de Juan Vida, ‘Un cuento chino’, puede ser contemplada en el Museo de Almería hasta finales de julio, y es una muestra en la que se presenta a un pintor por encima del bien y del mal, un pintor que sólo se compromete con los suyos y con su inspiración.