Antonio Orejudo "no quiere dormir al lector" con su última novela

El escritor Antonio Orejudo, profesor de Literatura en la Universidad de Almería, ha presentado hoy ante muchos de sus alumnos –y otros que no lo son, pero que están interesados en su obra narrativa- su libro más reciente, ‘Un momento de descanso’. Una novela que siendo aparentemente sencilla, propone una nueva experiencia literaria, capaz de reunir memoria y vida, ficción y realidad, en un vórtice cuya naturaleza sólo el lector está en condiciones razonables de descifrar. La historia, para los fans de Orejudo, suena conocida pues es, al fin y al cabo, el contenido proviene de la vida de su autor favorito. Reaparece, inesperadamente en su vida, su viejo amigo Antonio Cifuentes, compañero de facultad y con quién compartió piso en New York. Cifuentes se encarga de abrir, de par en par, las puertas de su memoria sentimental. Rememora los momentos que pasaron juntos, la vida en la universidad, los estrambóticos problemas que le obligaron a marcharse de Estados Unidos… El historial de una vida pasada, vista con la perspectiva de la madurez, y desde una voz situada generacionalmente ya en los cuarenta.

Sin embargo, ‘Un momento de descanso’ es más que eso: Orejudo experimenta también aquí una nueva forma de afrontar la conocida como novela de campus. El hecho de que tanto él como Cifuentes sean profesores de universidad, y que los dos se vuelvan a encontrar en la universidad tras tantos años, genera una ventana de oportunidad excelentemente aprovechada para iniciar una reflexión sobre la evolución y el estado de salud de nuestra enseñanza superior. Y las conclusiones no son nada buenas: situaciones que a veces rozan la astracanada, personajes caricaturescos, acontecimientos surrealistas… presentan a la universidad (norteamericana o española) como una institución alejada de sus objetivos pasados. “Volví los ojos a Cervantes y me di cuenta de que el problema que yo tenía con la novela lo resolvía poniendo a dos tíos a hablar. Mi novela es eso: dos amigos hablando. Y trata de algo muy autobiográfico, algo que nos pasa a los hombres a una determinada edad, cuando nos relajamos, cuando dejamos de ser los atletas morales que siempre hemos querido ser, cuando dejamos paso a la corrupción en nuestras vidas. Me refiero a ese momento de descanso, que es lo que hacen todos los personajes de la novela”.

El resultado final, de las 300 páginas iniciales que primero escribió y que terminó tirando a la basura –“era una completa astracanada”-, es, en ‘Un momento de descanso’, un ejercicio de estilización máxima, a la búsqueda siempre de un mismo objetivo: que el lector, rey y soberano, no se aburra. “No quiero que el lector se me duerma entre los brazos. Uno puede intentar resultar interesante, atractivo, divertido. Me da igual el camino y el recurso: lo importante es mantener al lector o a la lectora atento y despierto”.

Orejudo, que ha estado acompañado en la presentación por el profesor Miguel Gallego Roca, ha respondido después a las preguntas que le han planteado los alumnos. Entre otras cosas decía que, para él, un escritor no es sólo alguien que tiene la capacidad de escribir bien, sino una persona que sabe borrar. Y también aquel que consigue que su lenguaje sea transparente, lejos de un lenguaje literario que ha reconocido “odiar”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.