El municipio de Lucainena de las Torres cuenta con un nuevo atractivo turístico para los visitantes, los hornos de calcinación que se construyeron a finales del siglo XIX, durante la época de la explotación de la minería del hierro, que han sido objeto de obras de rehabilitación.
La actuación realizada ha supuesto una inversión de 300.000 euros aportada por varias administraciones a través del Plan Turístico Filabres-Alhamilla de la Mancomunidad de Municipios para el Desarrollo de los Pueblos del Interior, entre ellas el Ayuntamiento.Las obras de rehabilitación las realizó desde mediados del pasado año la empresa Rehabitec y ha dotado a este entorno con paneles en los que se explica cómo funcionaban los ocho hornos que tenían como función principal separar las escorias del hierro. Uno de los hornos ha recuperado su estructura original “y está como cuando funcionaba”, explica el alcalde Juan Herrera. Los otros han sido objeto de obras de mantenimiento para evitar su deterioro.
El horno rehabilitado alcanza una altura de 20 metros y está equipado con una escalinata de entre 60 y 70 escalones a través de la cual se accede a la parte superior y desde ahí a un pasillo que lo rodea a través del cual se aprecia una amplia panorámica tanto de los otros hornos como del entorno próximo. La zona donde se ubican ha sido acondicionada y equipada con un aparcamiento y se han mejorado los accesos para recibir a los visitantes interesados en conocerlos.
El proyecto de rehabilitación es obra del arquitecto Luis Castillo y su recuperación permite al municipio contar con un atractivo turístico más que se une a otros ya existentes, como es el caso de la Vía Verde, por donde antiguamente circulaba el ferrocarril que transportaba el mineral de hierro que se extraía de las minas hacia el embarcadero de Agua Amarga, en Níjar.
