Las cooperativas agrarias deben apostar por la innovación, la mejora de la productividad y por la búsqueda de los mercados internacionales. Éstas son las conclusiones a las que llega un nuevo estudio encargado por la Fundación Cajamar y que ha coordinado el recto de la Politécnica de Valencia, Juan Francisco Juliá. El texto, presentado en Valencia, analiza el cooperativismo agrario español y de su problemática actual, comparada con la evolución y situación en otros países del mundo.
El actual rector de la Universidad Politécnica de Valencia ha coordinado un grupo de investigadores formado por Gabriel García, Elena Meliá y Luis Pedro Gallego que ha profundizado en el dispar desarrollo que han alcanzado las cooperativas en los diferentes países. De hecho, el trabajo destaca la coexistencia de países con un cooperativismo agrario muy atomizado, como el caso de España, con otros países cuyas cooperativas han experimentando un fuerte desarrollo empresarial, habiéndose consolidado como grandes grupos empresariales.
Esta diversidad responde a una evolución de estas organizaciones diferente en cada país, a nivel político, social y económico, que se manifiesta en su regulación jurídica y en sus modelos organizativos.
Las cooperativas agrícolas contribuyen en la actualidad a garantizar productos de calidad respetuosos del medio ambiente, desde la producción hasta el mercado y son importantes agentes socioeconómicos de desarrollo rural, al ser garantes de la viabilidad económica de las zonas rurales, incluidas en las regiones desfavorecidas. Al constituir y explotar redes rurales económicas, de información y de servicio esenciales, forman la espina dorsal del paisaje social europeo.
Para Juliá, en España es necesario fomentar las alianzas entre cooperativas, visualizar su presencia en los mercados exteriores y apostar decididamente por la innovación para seguir la senda de la productividad y plantear un escenario de futuro en el que las más de 4.000 cooperativas españolas sigan marcando el paso en el sector agroalimentario de nuestro país.
Para la culminación del presente estudio se ha analizado en profundidad la raíz del éxito de varios de estos modelos organizativos cooperativos que constituyen un referente en la Unión Europea, procedentes de Dinamarca, Holanda e Irlanda. Con ello el trabajo coordinado por Juliá ha permitido elaborar una propuesta de posibles actuaciones a emprender por las cooperativas españolas, en aras de alcanzar mayores cotas de competitividad y posicionamiento.