Miguel Poveda volvió a demostrar porqué está considerado como una de las voces más destacadas del flamenco actual. Este catalán con alma andaluza hizo grande su paso por la copla y demostró su soltura a la hora de moverse por los palos flamenco.
El recital empezó por livianas sin más adorno que su voz, incorporándose poco los palmeros y las guitarras. Luego Poveda hizo una nana donde mostró los matices de su voz y entusiasmó al público, curiosamente de todas las edades.
“Venir a Almería siempre es una alegría porque es una tierra cantaora y creadora de algunos cantes, que fueron los que me dieron a conocer en La Unión. A todos esos grandes creadores de esta bendita de esta tierra todo mi respeto y todo mi cariño. Mi cariño a todos ellos como Tomatito” comentó el cantaor, mientras el maestro quiso homenajear a Mairena y a Marchena con una soleá apola y puso los pelos de punta.
Luego Poveda quiso hacer un viaje por Cádiz e hizo unas alegrías llevando el jolgorio hasta el patio de butacas, luego continuó por cantiñas. Con la guitarra de José Quevedo hizo una malagueña que conectó con todos.
Volvieron al escenario los palmeros para acompañar a Miguel Poveda en la Copla por bulería que grabó el cantaor para la película de Carlos Saura, Flamenco, Flamenco. Mucho arte de los palmeros marcando con los nudillos el compás sobre una mesa. Puro Arte. En una noche tan flamenca no podía faltar una farruca, que hizo Poveda con Jesús Guerrero.
“Me gustaría aquí en Roquetas de Mar, donde vengo por primera vez presentar a las personas que me acompañan, puesto que soy un privilegiado por tener a estos grandes profesionales a mi lado.
Claro que para fiesta e ir cerrando un recital histórico, Poveda se arrancó por Tangos de Triana. Y la despedida fue por bulerías a lo grande. El teatro entero puesto en pie despidió a Poveda, que tuvo que regresar al escenario.
Consciente de que había gente que quería escucharlo cantando coplas, hizo un popurrí de poco más de tres minutos para agradar a sus seguidores en este género y acabó la noche con varios minutos de aplausos y el teatro rendido a sus pies, cantando A Ciegas, a medias entre copla y bulerías. Ante los aplausos del público, Poveda hizo fuera de repertorio un gran fin de fiesta. Fue la guinda a una noche apoteósica.
LOS VIVANCOS
Los Vivancos venían precedidos de una fama como bailarines poco usual. Y está claro que una vez visto el espectáculo de flamenco ofrecido el viernes en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar se puede confirmar que sobre las tablas ofrecen algo distinto, cargado de mucha energía y fuerza. Los siete hermanos lograron combinar los ritmos y bailes flamencos con las artes marciales e incluso las acrobacias. Los protagonistas del evento, además de danzar con coreografías muy llamativas y trabajadas en el escenario, también tocaron diversos instrumentos musicales.
Los hermanos Vivancos se llegaron a atrever con todos, puesto que tocan instrumentos con virtuosidad, bailan con fuerza, ritmo y carisma, logrando durante su actuación impactar al público. Los Vivancos son carismáticos, apolíneos, con un sentido del ritmo excepcional, los siete artistas se exprimen durante casi dos horas, que es lo que duró su espectáculo.
La actuación de Los Vivancos fue una fusión de diversos estilos de baile, desde el clásico hasta el contemporáneo, como hip hop, funk y break dance, pasando por la danza estilizada y las acrobacias, todo amalgamado con el flamenco, que sirve de vínculo entre un estilo y otro.
Algunos de sus miembros pertenecieron a la compañía del bailaor cordobés Joaquín Cortés, a quien llegaron a sustituir en varias presentaciones; otros actuaron dentro del Scotish Ballet o trabajaron como directores de ballet o solistas de coreógrafos de la talla de Sara Lezana o Javier Latorre, entre otros.
En Roquetas, tras concluir su actuación se salieron a la entrada del Teatro Auditorio donde despidieron al público, firmaron autógrafos y se hicieron fotografías. El público salió encantado de esta actuación.