El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle, dependiente de la Comunidad Autónoma de Murcia, cuenta con un módulo expositivo dedicado al nido de quebrantahuesos, original del siglo XIX, existente en la Cresta del Gallo y el primero descrito científicamente en el mundo, un espacio que hoy inauguró el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo.
Luengo destacó que “estos materiales, de gran antigüedad, constituyen un verdadero tesoro etnológico, histórico y científico. De ahí que el Gobierno regional haya querido dedicar a este hallazgo un nuevo módulo expositivo en el que se puede ver una espectacular maqueta a tamaño real del quebrantahuesos, los materiales encontrados en el nido, así como una serie de paneles que explican otros datos curiosos sobre esta especie singular de la familia del buitre”.
El objetivo de esta exposición “es dar a conocer la existencia de este nido en el Parque Regional de El Valle y Carrascoy, mundialmente reconocido por ser el primer nido estudiado de esta especie, y poner en valor la importancia de la conservación en los espacios protegidos, fundamental para preservar la biodiversidad de nuestra región”, explicó el consejero.
El nido original, según descripción de los exploradores, era grande, con 80 centímetros de altura, unas dimensiones de 170 x 130 centímetros, y un peso estimado de más de media tonelada. Conocedores de su valor, los investigadores apenas intervinieron en la estructura y, de hecho, se encuentra intacto en su localización original, en la Cresta del Gallo, y se puede contemplar con unos prismáticos.
En 1857, el doctor Reinaldo Brehm, médico y naturalista alemán, que por entonces vivía en Murcia, tuvo acceso a un nido de esta rapaz, lo estudió y publicó sus trabajos. Fue la primeradescripción científica conocida de un nido dequebrantahuesos en todo el mundo. En 2019, un grupo de investigadores descubrió la ubicación exacta del nido, que había permanecido oculto todo este tiempo. En el interior del mismo, encontraron distintos materiales, como huesos no ingeridos, suelas de esparteñas de la época y tejidos que el quebrantahuesos utilizaba para hacer más confortable el nido, así como sus excrementos, más conocidos como ‘tizas’ debido a su alto contenido en carbonato de calcio.
Los últimos escenarios del quebrantahuesos en la Región fueron otras sierras murcianas, como las de Moratalla o Espuña, donde aún se reproducía hasta mediados del siglo XX. Actualmente se encuentra en peligro de extinción, según el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, y sus principales amenazas son el uso de cebos envenenados, la caza ilegal, los accidentes con tendidos eléctricos, la desaparición de la ganadería tradicional y la competencia por los lugares de nidificación con el buitre leonado.
Aunque desde entonces no existen signos de su existencia en nuestro territorio, se ha comprobado que ejemplares jóvenes de quebrantahuesos visitan con frecuencia la Región de Murcia procedentes del el Parque Natural de Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas en Andalucía.
Este animal, llamado también buitre barbudo, es una de las cuatro especies de aves necrófagas que habitan en España, junto al buitre leonado, el buitre negro y el alimoche; puede alcanzar los tres metros de envergadura, pero no llega a los siete kilos de peso. Para romper los grandes huesos de los que se alimenta, los deja caer en vuelo sobre zonas rocosas y acantilados; puede tragar huesos de 25 centímetros de longitud y hasta siete de diámetro.