“Un granito de arena más” así define Maribel García Arenas, directora de la Oficina de Software Libre (OSL) de la Universidad de Granada, el trabajo que se está realizando desde hace unos días con las impresoras 3D de este servicio de la UGR. “ En muchas ciudades se están poniendo en marcha grupos de personas que tienen impresoras 3D y están preparadas para imprimir lo que en un hospital se conoce como pantalla antisalpicaduras. Estamos ayudando a imprimir unas piezas que sirven para hacer estos protectores faciales para cualquier persona sanitaria. Actualmente la situación del personal sanitario en los hospitales de Granada y provincia es crítica porque no disponen de material de protección suficiente. Lo que hemos hecho es poner las impresoras 3D a funcionar para imprimir estas piezas”.
Y con estas piezas se pueden construir máscaras de protección como las que aparecen en esta URL.:https://www.3dnatives.com/es/prusa-mascara-facial-personal-medico-covid-19-200320202/
“Pero no es tan sencillo, antes de nada se ha organizado el grupo, se ha decidido qué modelo de máscara imprimir, que en nuestro caso es el modelo Prusa RC2, se ha elegido el material, el PETG o PLA y se ha indagado quién podría trasladarlas a los hospitales y si podrían ser esterilizadas sin problema” explica Maribel García Arenas.
Actualmente ya hay más de 40 soportes para máscaras listas para ser recogidas y los primeros destinos serán el Hospital Clínico de Granada y el Hospital de Motril. “Es al Clínico de Granada al que pertenece el personal sanitario que nos animó a empezar a movernos a través de una de sus hijas” señala la directora de la OSL-UGR.
Maribel García Arenas aclara que “no se trata de un equipo de protección que pueda sustituir a otros, como las gafas o la mascarilla, o los propios EPI, Equipo de Protección Individual, si no que los complementa y que ya se están usando en hospitales como el Reina Sofía de Córdoba, donde llevan ya varios días a pleno rendimiento”.
En este caso, la Universidad de Granada participa a través de la Oficina de Software Libre poniendo sus impresoras a funcionar y el personal que las controle para contribuir a esta iniciativa. “Aunque existen otros muchos colaboradores como el Club de Robótica de Granada o personas anónimas que están contribuyendo con su tiempo, su dinero y sus ganas a este pequeño gran montón de arena que tenemos que construir entre todos para parar al COVID-19”, concluye García Arenas.