"La crisis de 2008 puso en cuestión el sistema económico y los valores"

Antón Costas (a la izquierda) explicó el origen de esta crisis. Foto: Esaú Sánchez.

La crisis que sufrimos actualmente no tiene parangón. A diferencia de las depresiones económicas anteriores, la crisis que se inició en 2008 llevó a poner en cuestión el sistema económico y los valores que regían el funcionamiento de las empresas. El catedrático de Política Económica Antón Costas explicaba ayer las características y el origen de la crisis actual, en el acto de presentación del último número de Mediterráneo Económico que él mismo coordina.

“Esta crisis no es como las anteriores” decía Antón Costas durante su intervención. A pesar de que de sobra es sabido por los expertos en economía que los tiempos de bonanza no son eternos, y a pesar de contar con experiencias previas que indicaban que tras un tiempo de esplendor llega una caída en forma de crisis, prácticamente nadie cayó en la cuenta que el despegue económico de los años previos iba a desembocar en el aterrizaje forzoso de estos días.

Un “exceso de confianza”, avalado por el propio Nobel de Economía Robert Emerson cuando decía que “los ciclos se han acabado”, que llevó a asumir cada vez más riesgos y, lo que es peor, cada vez con más dinero prestado. Así se sentaron las bases para esta crisis sin precedentes que se ha acompañado de un componente que indica que los valores mantenidos durante décadas han cambiado, valga de ejemplo el interés por el beneficio a corto plazo de las empresas actuales.

Antón Costas recordó una anécdota recogida en las memorias de Groucho Marx. El cómico cuenta cómo logró ganar mucho dinero gracias a sus inversiones en bolsa. Con un mínimo esfuerzo vio cómo su patrimonio se iba multiplicando, hasta que un día recibió la llamada de su agente financiero que le comunicaba que “la fiesta se ha acabado”, es decir, que había llega el crack del 29 y que los beneficios se habían convertido en pérdidas.

Antón Costas ofreció varias versiones del origen de la crisis. Durante la presentación del número 18 de esta colección de estudios de Cajamar aseguró que los economistas ven cuatro razones fundamentales que explican la depresión económica. En primer lugar destacó una política monetaria errónea que abarató el precio del dinero para estimular el consumo. En segundo término, un fallo regulatorio y modelos de innovación financiera, seguida de, y esa es la tercera razón, fallos gubernamentales que sobreestimaron la capacidad de consumo de los ciudadanos. Por último, la enorme nube de crédito generada por Alemania cayó sobre España, Irlanda, Portuga, Grecia e Italia y se tradujo en inversiones inmobiliarias de rápida valorización, o lo que es lo mismo, la burbuja de la construcción.

A todas estas razones vertidas por expertos en economía, Antón Costas incorporó otra más, y que nunca antes se había dado para explicar una crisis económica, como es la pérdida de ética en los negocios, “se deja atrás la moral y se llega al todo vale”, que acaba en una búsqueda del beneficio a muy corto plazo.

Esta nueva entrega de Mediterráneo Económico está titulada  ‘La crisis de 2008. De a economía a la política y más allá’. Cuenta con artículos de expertos economistas y también incorpora la visión de filósofos, analistas políticos, incluso periodistas, que dan otra visión que la crisis que ha sumido a más de medio mundo en la depresión.

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