La Junta edita tres guías técnicas sobre normas y procedimientos en suelos contaminados

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía ha aprobado tres documentos reconocidos en materia de suelos contaminados (guías técnicas), que ponen a disposición de los usuarios datos, reglas técnicas y otras informaciones de gran utilidad para llevar a cabo sus cometidos en relación con los suelos, con el fin de asegurar las buenas prácticas en  esta materia. Así pues, se trata de herramientas básicas tanto para las entidades que deben realizar estos trabajos como para los servicios técnicos de las administraciones competentes en su valoración, entidades locales y Junta de Andalucía.

En concreto se tata de la guía para la clasificación de los suelos potencialmente contaminados en función del riesgo, la relativa a la investigación en los mismos y la de evaluación de riesgos para la salud humana en estas áreas. Los estudios de caracterización y de certificación de la descontaminación del suelo llevados a cabo en Andalucía, así como los análisis cuantitativo de riesgos, deben realizarse siguiendo los principios, recomendaciones y los diferentes procedimientos recogidos en los documentos aprobados.

En el caso de la primera de estas guías, se establecen los criterios para clasificar los suelos potencialmente contaminados, que se realiza mediante una puntuación a través de una herramienta informática denominada ‘motor de valoración’. Esta puntuación se da en función del riesgo potencial de afección al suelo y a partir de la información proporcionada por las personas o entidades titulares de actividades potencialmente contaminantes del suelo. En la actualidad, la Junta de Andalucía trabaja en la elaboración del Inventario de Suelos Potencialmente Contaminados de Andalucía.

Por su parte, la guía de investigación de suelos potencialmente contaminados recoge criterios sobre las distintas fases de la investigación de los suelos y las aguas subterráneas asociadas, así como de otros medios de exposición relacionados (aire ambiente, aire del suelo, aguas superficiales, etc). En este caso, se incide en aspectos relativos al plan de muestreo, métodos de perforación, instalación y acondicionamiento de piezómetros (para medir la presión de poros o nivel del agua en perforaciones) y sondas de vapor, toma de muestras, conservación de las mismas, uso y control de equipos, ensayos analíticos y evaluación de la conformidad de los resultados con la normativa vigente. Igualmente, se recogen criterios aplicables a los estudios de certificación posteriores a los trabajos de remediación de un suelo (tratamiento o conjunto de operaciones que se realizan con el objetivo de recuperar la calidad del subsuelo contaminado) para evaluar las concentraciones remanentes del emplazamiento.

El tercer documento parte de la consideración de que, de acuerdo a la legislación vigente, para que un suelo alterado en su calidad química se declare contaminado debe suponer un riesgo inadmisible para la salud humana o los ecosistemas. Esta guía recoge los conceptos básicos y las directrices más habituales para llevar a cabo una evaluación de estos riesgos, desde el planteamiento inicial, pasando por las fórmulas de cálculo hasta la interpretación de resultados o el análisis de incertidumbres final.

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