La emergencia de China como una gran potencia a nivel mundial ha hecho que en Occidente, muchas personas se interesen por aprender el idioma más hablado del mundo. De aquí a unos años, el imperio del sol naciente marcará la pauta de la economía mundial y saber chino puede convertirse, más que en un conocimiento más, en una necesidad para salir a por este mercado de tamañas proporciones. Ahora, International Languages Almería inicia su primer curso de iniciación a esta lengua, cuyos alumnos podrán superar el examen oficial HSK.
El nuevo orden económico global ha provocado la reacción de los países que buscan expansión. España ya ha firmado con la potencia asiática acuerdos por un valor de 1.360 millones de euros en áreas como las energías renovables, tanto eólica como solar, y el transporte aéreo. China es el mayor proveedor extracomunitario del territorio español, además de ser el mayor mercado de España en Asia, aspirando a alcanzar un volumen de comercio de 40.000 millones de dólares en 2011.
Y las relaciones comerciales no sólo se limitan, como antaño, a exportar productos al mercado asiático. Ahora se trata de abrir tiendas, oficinas o fábricas en suelo de Tíbet, Pekín, Shanghai, Xinjiang, Taiwan, Gansu, Hunan o Guizhou. Muchas firmas españolas como Zara ya lo han puesto en práctica. Han saltado hasta la orilla del pacífico con infraestructuras, personal en plantilla, procesos productivos y estrechos vínculos interpersonales para atender la nueva rama de su negocio.
Las puertas que se abren desde Asia también tienen un efecto idiomático. En menos de diez años el éxito económico chino será más palpable y las posibilidades de formar parte del nuevo entramado económico emergente son superiores si el chino mandarín, una vez que se domina el inglés, consta en el apartado de dominio lingüístico de un curriculum vitae.
Todo apunta, según analistas de mercado, que las relaciones económicas abrirán un nicho laboral para conocedores de ambas culturas. No obstante, antes de dominar el mandarín, los aspirantes han de pasar un duro entrenamiento idiomático. Si el plan de estudios de los demás idiomas se divide en seis cursos (dos de Básico, dos de Intermedio y dos de Avanzado), la dificultad del chino eleva el periodo de aprendizaje a ocho cursos.
Aunque en España el inglés sigue siendo la prioridad, algunas familias con recursos ven el mandarín como el idioma que marcará la diferencia y varios colegios, como el centro en el que estudia la Infanta Leonor, lo ofrecen en sus actividades para los más pequeños. “Mis hijos se están formando en inglés, francés y chino. Así veo yo el futuro”, afirmaba la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, en una reciente entrevista.
Convencidos de que es el idioma del futuro, los almerienses se lanzan a aprender esta lengua de indescifrable alfabeto. Será clave en los currículos en la próxima década. En Almería, International Languages comienza en septiembre su primer curso de iniciación a esta lengua. A final de curso estarán preparados para realizar el examen oficial HSK. La profesora Mei Ju explica, “al principio se aprenden los tonos y despues los caracteres. Lo más dificil es la pronunciación porque nosotros no tenemos los sonidos del chino y ellos no te pueden entender si pronuncias mal”. Lo mejor, es combinar el curso presencial en el centro con una estancia en China en verano que se organiza desde el propio centro.
