Estudiantes, médicos y enfermeras de la Universidad de Murcia, así como otros cooperantes, participaron, este miércoles, en la mesa redonda “Cooperación: un compromiso social y universitario”, en la que se destacó el papel solidario que juegan los 2.200 estudiantes de la UM que realizan voluntariado, con una dedicación global de 50.000 horas al año.
Todos han puesto de relieve la alta dosis de vocación, solidaridad y espíritu de ayuda que preside estas actividades, que al decir de una de las participantes, “es una droga que engancha”.
La presentación ha corrido a cargo del Rector José Orihuela; Miguel Ángel Pérez Sánchez, vicerrector de Estudiantes, Igualdad y Calidad, y el médico de la Universidad de Murcia Fernando Santonja, que afirmó que lo mejor de la cooperación “es la generosidad que se brinda a seres que verdaderamente lo necesitan”, y animó al Rector a que continúe apoyando la cooperación con la misma intensidad con la que lo ha hecho hasta ahora.
El vicerrector de Estudiantes, por su parte, afirmó que desde la UMU “debemos facilitar al máximo la labor de solidaridad y compromiso social de nuestros profesores”, y destacó la labor de voluntariado de la Universidad de Murcia: “El voluntariado es un compromiso social que siempre ha tenido esta universidad”, dijo, para agregar que son 2.200 los estudiantes de la UMU que realizan actividades de voluntariado, llegando a dedicar 50.000 horas al año en un ámbito en el que la Universidad tiene suscritos entre 50 y 60 convenios con ONGs y otras entidades.
Por último, el Rector se refirió a la importancia de la educación en valores y afirmó que “lo que hay que preguntarse no son los motivos que impulsan a la gente a marcharse de voluntario, sino por qué no somos cooperantes”, y añadió que “tenéis a la Universidad de Murcia para ayudar en todo lo que sea necesario en este sentido”.
Desde hace años, la Universidad de Murcia colabora en actividades solidarias apoyando proyectos de investigación y aplicando programas que inciden en las mejoras de la calidad de vida de seres en lugares desfavorecidos, donando material de investigación, implicándose en la formación del personal, ofreciéndoles herramientas que redunden en la mejora de su salud, y dejando que profesores suyos acudan a lugares en los que están necesitados de ayuda.