El inicio cada vez más temprano de las relaciones, el uso de las redes sociales y el ámbito educativo y familiar son elementos determinantes en la violencia de género entre la población adolescente. Por desgracia, este tipo de conductas son cada vez más habituales, en este artículo vamos a darte una serie de claves y consejos para reconocer y evitar la violencia de género entre adolescentes.
Adelaida Álvarez Serrano, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UGR, señala que el comienzo de las relaciones sentimentales entre adolescentes, cada vez a edades más tempranas, provoca que los casos de violencia de género se detecten antes. Los datos de la última macroencuesta del Gobierno parten desde los 16 años, por lo que no hay certeza de casos bajo esa edad, “básicamente por falta de datos”, explica la docente.
Otro aspecto a tener en cuenta es el reconocimiento de la violencia de género. “Muchas de las adolescentes no reconocen sufrir la violencia, sin embargo, tienen sintomatologías asociadas a ella, como la tristeza repentina, ganas de llorar, dolores de cabeza, malestar e incluso ideas suicidas”, apunta Adelaida Álvarez. La experta considera claro que “independientemente de la edad, este tipo de violencia existe y afecta a la salud de las mujeres adolescentes”.
¿Cuáles son los patrones de la violencia de género en adolescentes?
Las redes sociales influyen en el comportamiento adolescente. La juventud tiende a retransmitir su vida a través de estas plataformas, lo que da “facilidades a los agresores para controlar a las víctimas sin tener que estar a su lado”, alerta Adelaida Álvarez.
La formación es fundamental, como indica la profesora de la UGR. “Las mujeres que han recibido una educación en materia de igualdad y violencia de género durante su etapa en el colegio y el instituto tienen más facilidad para identificarla y evitar ser víctimas de ella”, argumenta Adelaida Álvarez.
“Mientras que los hombres que también han recibido esta formación cuentan con más conocimientos para saber que ese tipo de actitudes no son normales y no deben realizarse”, concluye la profesora.