La Universidad de Granada participa en el proyecto europeo STOP (Stop Intimate Partner Violence in Pregnancy), una iniciativa que permite detectar y empoderar a mujeres embarazadas víctimas de violencia de género, gracias al uso de herramientas de e-salud o salud digital. Además, ha supuesto una prueba de la utilidad de la videollamada como recurso para ofrecer apoyo psicológico a los casos detectados.
En la presentación han intervenido la vicerrectora de Igualdad, Inclusión y Sostenibilidad de la UGR, Marga Sánchez Romero; los coordinadores del proyecto Stella Martín de las Heras, del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física, y Jesús López Megías del Departamento de Psicología Experimental, y Vibeke Rasch, representante de la Región de Dinamarca del Sur y el Hospital Universitario de Odense (Dinamarca) colaboradora en el proyecto.
Mediante soluciones digitales, el proyecto ha realizado un proceso de detección de violencia de género con 2.055 mujeres embarazadas, todas ellas en sus primeras citas con matronas en centros de salud de Atención Primaria de Granada, Málaga, Jaén y Almería. A aquellas mujeres que podían ser víctimas de violencia de género (350, 17% del total) se les han ofrecido seis sesiones de video-asesoramiento psicológico, junto con la posibilidad de utilizar una aplicación de móvil que incrementa su seguridad y protección frente a la violencia.
Esta intervención ha sido creada de forma colaborativa entre psicólogas, matronas y mujeres que habían sido víctimas de violencia de género. Las seis sesiones de video-asesoramiento se han dedicado a la evaluación de la violencia; a un plan de seguridad, redes de contacto y recursos comunitarios; psico-educación: relaciones saludables y ciclo de la violencia; autoestima y empoderamiento; y toma de decisiones y resolución de problemas. Se han tomado medidas previas y posteriores a la intervención relativas al empoderamiento de las mujeres, la depresión, las estrategias de seguridad y la victimización.
Los controles de embarazo en las consultas de las matronas en atención primaria se han demostrado adecuados para poder detectar la violencia de género. Se trata de consultas por las que han de pasar todas las mujeres embarazadas, lo que permite el acceso a un número muy elevado de potenciales víctimas con relaciones de pareja.
Los resultados del proyecto permiten concluir que “el uso de videollamadas para asesoramiento psicológico a mujeres en situación de violencia ha sido un recurso útil y valorado positivamente por las mujeres. Resulta económico, ya que puede realizarse desde un smartphone, dispositivo que ya es de uso generalizado. Garantiza la seguridad de las mujeres, al permitir fijar las sesiones en lugares y momentos elegidos por ellas. Evita desplazamientos, lo que hace más compatible la atención psicológica con otras actividades de las mujeres (trabajo, conciliación familiar…) y permite el acceso a este recurso en igualdad de condiciones, con independencia del lugar de residencia (rural o urbano)”, exponen los resultados del proyecto.
El proceso de cribado y el video-asesoramiento llevado a cabo han permitido detectar tanto casos menos graves de violencia de género como algunos muy graves que requerían actuación urgente por otros recursos especializados, a los que se han derivado. “Los datos recogidos permiten concluir que la intervención llevada a cabo en las sesiones de video-asesoramiento ha tenido éxito. En concreto, ha disminuido la prevalencia de violencia no física, mejorado el estado de ánimo de las víctimas (disminución de valores de depresión) e incrementado su empoderamiento”, explican los responsables del proyecto ‘STOP’.
El proyecto ‘STOP’ recomienda que se instauren procesos de cribado (screening) de manera rutinaria en los controles prenatales realizados por las matronas en los centros de salud de Atención Primaria. Además, según esta iniciativa, el video-asesoramiento debería implantarse como recurso a disposición de las mujeres en situación de violencia. Para todo ello, se considera imprescindible incrementar los recursos asociados a estas consultas para poder realizar el cribado y, sobre todo, poder ofrecer video-asesoramiento a las mujeres que se puedan encontrar en situación de violencia.
El uso de una app de seguridad instalada en el móvil ha sido también valorado positivamente por las mujeres víctimas de violencia de género, por lo que STOP también recomienda su implantación, si bien incorporando algunas mejoras indicadas por ellas.
En el proyecto europeo ‘STOP’ trabajan la Universidad de Granada, la Región de Dinamarca del Sur y el Hospital Universitario de Odense (Dinamarca).