Mario Vargas Llosa regresó a la Universidad de Málaga, para participar en un curso sobre la presencia de las ciudades en el mundo literario, y su intervención no dejó a nadie indiferente.
Mario Vargas Llosa no se imagina París sin las historias de Alejandro Dumas o Víctor Hugo. Tampoco evoca Lisboa sin los textos de Fernando Pessoa. Ni siquiera Madrid, sin las imágenes que de la capital española forjó Benito Pérez Galdós. Y qué decir de Buenos Aires, sin recurrir a las letras de Julio Cortázar.
Y así hasta el infinito. El escritor peruano, premio Nobel de Literatura y doctor honoris causa de la Universidad de Málaga ha vuelto a la institución docente once años después de recibir la máxima distinción de su Claustro. Y lo ha hecho para participar en la clausura del curso La ciudad como Arquetipo. Literatura, historia y arte. Europa y América, organizado por el Aula María Zambrano de Estudios Transatlánticos y la Cátedra Vargas Llosa.
A juicio del autor de ‘Pantaleón y las Visitadoras’, muchos lugares no existirían si antes no se hubieran fijado en ellos los escritores. “”Uno, cuando recorre ciertos barrios, ve la ciudad de los poemas de su niñez, de las novelas de los ensayos… En mi caso, cuando visité París por vez primera no vi la ciudad real, sino la que había retratado Dumas en las historias de ‘Los tres mosqueteros”.
El Rectorado de la UMA ha servido de escenario para el diálogo que han entablado Vargas Llosa y el hasta ahora director del Instituto Cervantes, el escritor y crítico Juan Manuel Bonet. Ante una sala que ha completado su aforo con creces, ambos han recordado sus primeras lecturas y sus primeros paseos por distintas ciudades europeas y latinoamericanas.
A los pensamientos del primero acerca de su primera visita a Madrid, en 1958, cuando se introdujo en el discurrir diario de Fortunata y Jacinta, completaba el segundo con las andanzas anarquistas de Pío Baroja o los textos de Azorín y Gómez de la Serna.
“Mientras no exista literatura sobre ellas, las ciudades son tristes y pasajeras”, ha afirmado Vargas Llosa, quien también ha contado anécdotas sobre lugares emblemáticos de Lima, al tiempo que Bonet ha dejado claro su extenso conocimiento sobre París.
El curso ‘La ciudad como arquetipo’ ha quedado clausurado hoy con un notable éxito académico. Por las jornadas dirigidas por la catedrática de Literatura Hispanoamericana Guadalupe Fernández Ariza han pasado escritores, estudiosos y docentes, todos ellos vinculados a las letras hispanas.
