Un grupo de científicos de la Universidad de Granada (UGR), pertenecientes al grupo de investigación HUM-846 “APSEDI: Atención Psicológica y Educativa a la Diversidad”, está desarrollando desde hace unos años una línea de investigación sobre la práctica del ‘sexting’, que hace referencia a la difusión o publicación de contenido provocativo o sexual, creado por el remitente y utilizando para ello el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo con esa capacidad. Este neologismo une “sex” (sexo) y “texting” (envío de mensajes de texto a través de dispositivos móviles).
Los investigadores de la UGR han llevado a cabo un estudio, publicado en la Revista Suma Psicológica, que ha revelado que uno de cada tres estudiantes reconoce hacer ‘sexting’, a pesar de los riesgos personales y profesionales que entraña esta actividad.
Los autores de esta investigación, las doctoras Helena Chacón-López, Mª Jesús Caurcel-Cara y el doctor Juan Francisco Romero-Barriga, señalan que, a pesar de que el ‘sexting’ es un fenómeno social globalizado, en España apenas existen estudios que lo aborden en estudiantes universitarios, lo que ha motivado la realización del trabajo recientemente publicado.
Los objetivos eran conocer la prevalencia de su práctica en una muestra de 899 estudiantes de la Universidad de Granada (397 hombres, 44.16% y 502 mujeres, 55.86%), con edades entre 18 y 24 años, seleccionados al azar; analizar la relación con la edad, el sexo y la autoestima; y determinar la prevalencia de la práctica por edad. Entre otros instrumentos, se utilizó la Escala de Conductas sobre Sexting (ECS), un instrumento traducido, adaptado (a la lengua española) y validado por el equipo investigador.
Los resultados del estudio constataron que tanto hombres como mujeres reconocen que realizan ‘sexting’, aunque lo hacen más los hombres (41.57% frente a 34.47% de mujeres); y que son ellos los que más reciben y envían mensajes de este tipo.
La mayoría lo practican con 1 o 2 personas (42.82% hombres y 47.41% mujeres), pero existe un porcentaje que reconoce que ha llegado a practicarlo con más de 10 personas (4.53% de hombres y 3.39% de mujeres). Sin embargo, cuando la práctica se da dentro de las relaciones de pareja, es mayor el porcentaje de mujeres (20.51%) que de hombres (16.88%). En relación con la edad, el estudio muestra que existe un incremento desde los 18 a los 21 años, descendiendo ligeramente a los 24. No se encontró relación con la autoestima.
¿Por qué hacen ‘sexting’ los jóvenes?
Más específicamente, se observan algunas diferencias significativas relacionadas con las situaciones que propician la aparición de ‘sexting’. Así, entre las personas que declaran practicarlo, buena parte de ellas y en mayor medida los hombres, afirman que suelen hacerlo estando solas o en casa; aunque aquí no parece haber diferencias.
También se detecta una preferencia de ‘sexting’ con la búsqueda de relaciones sexuales, cuestión reafirmada con la opinión expresada por cinco de cada diez hombres y cuatro de cada diez mujeres en la opción que enuncia que hace más probable tener sexo o salir con alguien. Otra situación que provoca hacer ‘sexting’, aunque en menor medida, es estar de buen humor, con diferencias a favor de los hombres.
Los autores consideran que la principal aportación del estudio radica en que pone de manifiesto la práctica del ‘sexting’ en buen número de jóvenes universitarios (cuando la mayoría de los estudios se han centrado en examinar el fenómeno en adolescentes). Dado que es una conducta de riesgo (aun siendo una práctica consentida), con consecuencias impredecibles sobre su presente y futuro personal y profesional, por la amplia difusión y permanencia que puede tener este material en la red, los investigadores recomiendan ser responsables y prudentes en su uso.
Entre las limitaciones del estudio, los autores señalan que los resultados tienen una baja representatividad en relación con la población universitaria española, puesto que la muestra es únicamente de la Universidad de Granada.
Por ello, consideran importante continuar con esta investigación incorporando otras universidades. Igualmente, se recomienda a los profesionales de la Educación y la Psicología que hagan hincapié en la toma de conciencia de sus repercusiones, sobre todo en jóvenes con edades previas a la universitaria.