Diana Jiménez, profesora del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina es una de las 50 seleccionadas de entre 1.045 docentes de toda España, tras haber sido propuesta por su alumnado. La profesora es una firme defensora de la simulación clínica de alta fidelidad con la que se imita un entorno clínico para que los estudiantes experimenten vivencias similares a las reales.
Los conocidos como los Goya de la Educación cuentan en su edición de 2020 entre sus 50 finalistas con Diana Jiménez, una profesora del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina de la Universidad de Almería. Jiménez opta a este gran reconocimiento tras haber sido propuesta por su alumnado y ser seleccionada entre 1.045 docentes de toda España. “Siento una gran satisfacción, es un gran regalo que muestra el afecto y el respeto por mi trabajo”, ha reconocido la profesora.
Los Premios Educa ABANCA buscan reconocer la buena praxis docente en todas las etapas educativas de todos los centros públicos y privados que imparten titulaciones oficiales. En el caso de Diana Jiménez, su alumnado ha reconocido su entusiasmo por la innovación docente y la simulación clínica de alta fidelidad con la que se recrea un entorno que imita el ámbito clínico y se experimentan vivencias similares a las reales, “pero sin poner en peligro la seguridad del paciente. Además, este método facilita la consecución de los contenidos docentes, contribuye a detectar déficits formativos y promueve la integración y habilidades clínicas”.
Los estudiantes ponen en prácticas sus habilidades y conocimientos para resolver diferentes problemas o situaciones clínicas, mientras sus compañeros observan en tiempo real lo que ocurre en el escenario. Tras ello, reflexionan sobre las decisiones tomadas y la resolución de la situación vivenciada. “De esta forma integran las reflexiones abordadas y se descubren los modelos mentales que subyacen a las diferentes actuaciones con el fin de mejorar la práctica asistencial futura”, explica Diana Jiménez. Quien defiende este método de aprendizaje porque “permite evitar errores futuros y son aprendizajes que se graban de forma muy potente y no se olvidan. El error se convierte en una oportunidad de aprendizaje”.
A través de su forma de impartir clases, transmite “amor a la profesión”. Además se encarga de
“contribuir a su desarrollo académico y profesional donde cobra también importancia la esfera personal, de motivación y de sentido de la profesión enfermera”. Prueba de ello ha sido la rápida adaptación realizada para afrontar la pandemia. “Planteamos una propuesta innovadora que fue realizar viodeconsultas. Hasta la fecha no se habían realizado”. Durante los meses de confinamiento fueron adaptando los escenarios a la nueva realidad y se abordaron objetivos de aprendizaje previamente marcados y algunos extras derivados de la situación de la pandemia y del confinamiento. “El resultado fue excelente”, asegura.
Este proyecto ha tenido una gran acogida en la comunidad científica. “Se han publicado dos artículos en revistas de alto impacto y están surgiendo proyectos con otras universidades tanto nacionales como internacionales”. Algunas universidades se han interesado por este método de simular videoconsultas para enseñar a sus estudiantes ante la imposibilidad de realizar prácticas presenciales como es el caso de la Universidad de Cienfuegos de México.