Mapas y legajos de este excepcional centro de documentación se exhiben por primera vez en Málaga hasta el próximo 18 de febrero.
‘Las almadrabas y la construcción de la Casa Guzmán. S. XIII-XVIII’ es el título de la nueva exposición organizada por el Vicerrectorado de Cultura de la UMA que se exhibe el Rectorado. Los mapas y documentos que contiene constituyen una mirada a este hecho histórico realizada a través de los legajos del Archivo General de la Fundación Casa de Medina Sidonia, cuya directora-conservadora, Liliane MªDahlmann, se desplazó anoche hasta Málaga para explicar a los asistentes el contenido de la muestra.
Ésta no habría sido posible sin el entusiasmo que puso en su organización Antonio Clavero Barranquero, el recientemente fallecido profesor de la Facultad de Económicas y presidente de la asociación cultural ‘Amigos de la Barca de Jábega’. De hecho, el acto de inauguración fue un homenaje a su memoria y a su buen hacer al frente de la revista ‘Cuadernos del Rebalaje’, un referente a la hora de estudiar el acervo cultural malagueño relacionado con la mar.
La exposición del Rectorado empezó a organizarse hace un tiempo, si bien vio dificultados los trámites debido a la pandemia. Es por eso que la muestra, comisariada por Luisa Balbín –en sustitución obligada de Clavero-, servirá como complemento a la presentación del número 50 de los Cuadernos. El contenido de los paneles que se exhiben en el vestíbulo del Rectorado procede, por tanto, del archivo privado más importante de Europa, el de la Casa Medina Sidonia.
Y no es casualidad que sea el edificio del Rectorado –con sus vestigios romanos, fenicios y árabes- el que albergue este pedazo de la historia de los mares, tal y como resaltó el rector, José Ángel Narváez, en la presentación, quien no solo señaló el lugar estratégico del inmueble con respecto al mar–con sus piletas de garum y sus murallas-, sino que hizo un emocionado recuerdo del profesor Clavero, del que dijo que concebía la Universidad como un todo. “Y ese todo incluye la puerta del conocimiento, de la cultura y de la divulgación”, indicó, refiriéndose al erudito contenido de la muestra.
Conocimiento
Igual de entusiasta se mostró la historiadora Liliane Dahlmann, duquesa viuda de Medina Sidonia, cuyo erudito conocimiento de los millones de documentos del archivo ha permitido mostrar esta exposición, que tiene como objetivo enseñar la relación que tuvo la pesca de almadraba en la construcción de la Casa de Guzmán, en el período comprendido entre los siglos XIII y XVIII.
Los legajos permiten adentrarse en las estructuras sociales y económicas que devienen de este arte de pesca, a partir de las cuales se puede elaborar un modelo teórico del sistema económico y de la sociedad del momento, conformando una realidad asentada en Andalucía Occidental, concretamente en la zona de su costa atlántica.
A través de los mapas geográficos, documentos y planes territoriales del estado Medina Sidonia es fácil distinguir cuál fue el centro económico y social de las actividades mercantiles y comerciales llevados a cabo por los señores de la Casa Guzmán, que devendría en la de Niebla en 1368 y Medina ´sidonia en 1445, cuyos titulares supieron controlar durante siglos este espacio territorial y marítimo y, con ello, la pesca del atún.
Cúmulo de casualidades
Es la primera vez que se exponen en Málaga documentos del Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia. Los Amigos de la Barca de Jábega lo consiguieron gracias a un “un cúmulo de gratas casualidades” –según relata el fallecido Antonio Clavero en el catálogo de la muestra- que empezaron con un viaje cultural-gastronómico a Zahara de los Atunes, donde coincidieron con Liliane Dahlmann, quien les facilitó una visita a sus archivos y justo ahí surgió la idea de exponer.
Por tanto, el cometido de la exposición es acercar la historia a la sociedad. Las imágenes que contiene ofrecen la posibilidad de hacer comprensible el pasado para traerlo al presente, abriendo la puerta a nuevas investigaciones que giran en torno a conceptos de sostenibilidad, climatología, mundo social y económico.
Los estudiosos que se acerquen al Rectorado tienen hasta el 18 de febrero para poder comprobarlo.