Tras dos días intensos con seis conferencias plenarias, cinco sesiones de conferencias ‘flash’ y otras dos de pósteres, se ha realizado la entrega de premios y se ha dado paso a la conferencia de cierre, con el nombre del patrón, San Alberto Magno, ofrecida por Pedro J. Miana, catedrático de Matemáticas Aplicadas en la Universidad de Zaragoza, con su charla ‘Matemáticos (y matemáticas) pioneros en España’. Miana ha destacado la relevancia del evento en su propia naturaleza: “Fantástico, porque la ciencia es de la gente joven, es así de claro, los recién graduados y los que están terminando sus estudios son los que nos empujan a los veteranos. Hay que darles opciones y facilidades; por lo tanto, este simposio es una aportación muy loable que habría que copiar y exportar a más universidades e instituciones”.
Satisfecho ha quedado el decano de la Facultad de Ciencias Experimentales, Enrique de Amo, al que esta celebración de sirve de despedida de su puesto de dirección y quien ha dado las claves más destacadas. La conclusión es la de que “la UAL en Ciencias Experimentales está dando lugar a buenos investigadores, algunos han salido de aquí y vuelven de otras experiencias, lo que es motivo de orgullo”.
Miana ha realizado un recorrido por la historia con dos objetivos claros, el sesgo de género y la necesidad de que los jóvenes se lancen a la investigación.
Sobre lo primero, ha manifestado que “estamos en una época en la que se está reivindicando el papel de la mujer en la ciencia”, con lo cual está totalmente de acuerdo: “No existe diferencia alguna de género para que una persona se dedique, hombre o mujer, a la ciencia en general y a las matemáticas en particular; eso va de gustos personales, porque las matemáticas no entienden de género, la ciencia es unisex, y hay que animar a las estudiantes a las que les gusta para que se dediquen a ello, que es un mundo muy bonito que merece la pena”.
Ha añadido que “ahora que se dice que hay que buscar referentes femeninos para que la gente se identifique, reivindico en la conferencia figuras de mujeres que se han dedicado a las matemáticas en España hasta la Guerra Civil”. De hecho, su charla ha girado en torno a dos personajes, un hombre y una mujer, “Zoel García Galdeano, catedrático de la Universidad de Zaragoza pero que estuvo aquí en el Instituto Provincial de Almería, y Andresa Casamayor, la primera mujer de la que se conserva un libro de ciencia publicado en España, en 1738 en Zaragoza, persona muy liberal que no se casó ni tuvo hijos, que vivió sola y pagó sus impuestos, lo que era una gran novedad, reivindicando en el siglo XVIII la independencia de la mujer, algo muy importante”.
Miana ha reconocido que le entusiasma el contexto histórico de los personajes y ha dado un tono muy divulgativo a una charla con la que también ha intentado “mostrar los valores que tienen las matemáticas en un sentido general, y la importancia que tienen para los nuevos estudiantes, sobre todo para animar a la gente joven a seguir por el camino de la investigación, de la curiosidad, de hacerse preguntas, de nunca dar las cosas por sentadas solo porque estén hechas, animarles a que sigan haciendo ciencia