Xenia Melnikov es una joven post graduada en el master de Gestión Estratégica de Innovación en Comunicación de la UMA que acaba de volver a su residencia en Fuengirola después de participar en la segunda edición del foro internacional FISU Volunteer Leaders ‘Academy 2018 que se ha celebrado en Kazán (Rusia). Xenia, rusa de nacimiento, alemana de crianza y española y malagueña por decisión propia, fue la única representante de las universidades españolas en este evento.
Organizado por la Federación Internacional de Deporte Universitario (FISU), ha contado con la participación de 111 jóvenes –de entre 18 y 27 años- provenientes de 92 países. El foro se ha prolongado durante más de una semana y se ha orientado como un medio entre FISU y estudiantes voluntarios de todo el mundo.
Xenia, hija de padre ruso y madre rusa de ascendencia alemana, nació en la ciudad de Ekaterinemburgo (2000 km. al este de Moscú); con dos años su familia se trasladó a Alemania dónde se crio y cursó todos sus estudios, primarios, secundarios y comenzó sus estudios universitarios de Comunicación y Filología Española. “Desde siempre me ha fascinado el idioma y la cultura española –confiesa- y por eso cuando tuve la oportunidad, en 2014, solicite una beca Erasmus para la Universidad de Málaga, para comprobar si esa fascinación aguantaba la prueba de la realidad y la verdad es que me enamoré de Málaga y me quedé muy satisfecha del nivel de la Universidad, tanto a nivel académico como con otros aspectos vivenciales”.
Entre estos aspectos no académicos de nuestra universidad que la sedujeron durante su estancia como alumna Erasmus, Xenia destaca los programas de voluntariado y la importancia que se da a la práctica deportiva. “Son dos campos fundamentales para la formación integral de las personas. El voluntariado te da un visión distinta y global de la realidad, tanto en los programas dirigidos a proyectos de cooperación como en los que se centran en eventos culturales o deportivos; da lo mismo que estudios hayas cursado, el participar en programas de voluntariado te pone en contacto con otras culturas, otras personas y otras maneras de entender la vida y te permite conocer de primera mano problemas reales. Y la práctica deportiva, además de darnos herramientas para tener una vida sana y saludable, cultiva una serie de valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, el compañerismo y el respeto al adversario que pueden ser muy útiles para el futuro de la humanidad”. Desde esa perspectiva, Xenia anima a los actuales estudiantes de la UMA “a participar en los programas de voluntariado, porque es una experiencia única y a practicar deporte desde los principios del juego limpio”.
Su bautismo con el voluntariado y el deporte en nuestra universidad se produjo por inmersión. El mismo año de su estancia como Erasmus (2014) se celebró en Antequera el Campeonato del Mundo Universitario de Fútbol Sala en el que participaban, entre otras, las selecciones de Alemania, Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Georgia y Azerbaiyán. Xenia se apuntó al programa de voluntariado y se incorporó al grupo que realizó tareas de comunicación y difusión a través de redes sociales del evento y, como no podía ser de otra forma (Xenia habla español, alemán, ruso e inglés), también le tocó hacer funciones de traductora entre las selecciones y la organización y también entre los propios integrantes de distintos equipos. “Fue una experiencia fantástica que me ayudó mucho en mi formación como comunicadora; pero también en mi formación personal, no académica. Conocí a mucha gente maravillosa, con más cosas en común a nivel personal, que lo que se podría prever por su origen étnico o nacional”. Desde ese campeonato, Xenia se ha convertido en una adicta al voluntariado. “Creo –afirma- que no me he perdido ni un solo evento andaluz, español, europeo o mundial que ha organizado la UMA desde que me vine a vivir a Marbella para cursar el master de Gestión Estratégica de Innovación en Comunicación.
Esa experiencia tuvo que pesar, a la hora de ser seleccionada como la única representante de las universidades españolas en el foro de voluntariado organizado por la FISU en Kazán, ciudad situada a medio camino de Moscú y Ekaterinemburgo. “Me enteré de que se iba a celebrar por un correo que nos remitió la UMA a todos los voluntarios y me presenté. La cosa no estaba fácil porque de todas las universidades españolas sólo se elegía a una persona, pero al final salí elegida. Me imagino que mi trabajo previo fue importante para esa selección, pero también debió pesar la calidad de los programas de voluntariado que ha mostrado nuestra universidad en todos los eventos que ha celebrado en colaboración con la FISU”. Xenia no sabe con certeza los motivos por los que fue seleccionada, pero sí que está totalmente segura que “la experiencia ha valido la pena… y mucho”. Durante una semana larga ha participado en actividades y eventos educativos, integradores, prácticas, seminarios y actividades culturales. La parte teórica ha combinado clases impartidas por profesores universitarios y entrenadores con ponencias especiales dirigidas por expertos del COI, la UNESCO, la AMA y representantes de los comités organizadores de las futuras Universiadas, y además de todo este bagaje académico y formal, ha vuelto con “muchas experiencias personales, muchos contactos, algún proyecto de futuro y el título de FISU ambassador que recibimos todos los participantes”.
En la actualidad Xenia trabaja en el departamento de relaciones públicas del hotel Puente Romano. Espera que en el futuro su horizonte laboral encuentre un punto de intersección de sus tres pasiones: la comunicación, el deporte y el voluntariado. “Me gustaría –concluye- tener la oportunidad de participar en eventos deportivos como los que he vivido como voluntaria de la UMA, pero ahora como parte de la organización de los mismos; una idea que ya tenía, pero que he reforzado tras mi estancia en Kazán”.