Un total de 26 proyectos científicos y hasta 230 personas. Así es potencial de la XXXVI Campaña de Investigación Antártica Española, que investigará sobre dinámica de glaciares, especies invasoras, biometeorización de rocas, geoquímica de volcanes, ecología de pingüinos y biogeografía.
En el buque de investigación oceanográfica (BIO) Hespérides se desarrollará un proyecto centrado en la relación atmósfera-océano de aerosoles, además de prestar apoyo logístico a varios de los proyectos científicos que se desarrollan en las bases, uno de ellos sobre ecología bentónica que incluye actividades de buceo.
Además de los proyectos españoles, en los que participan científicos y científicas de otras nacionalidades, se prestará apoyo logístico a proyectos de Chile, Alemania, Portugal, Canadá y Colombia.
El Hespérides se encuentra ahora realizando labores de apoyo logístico a tres proyectos científicos (CHALLENGE, GOLETA y PERPANTAR) que necesitan desarrollar sus actividades en el entorno de las islas Shetland del Sur y la Península Antártica.
Está previsto que varios proyectos desarrollen sus actividades en campamentos no permanentes, fundamentalmente en el campamento internacional de la Península Byers que mantiene España situado en la isla Livingston, a dos horas de navegación desde la BAE Juan Carlos I.
Durante la campaña, el buque llevará a cabo una serie de movimientos entre la isla Rey Jorge, las islas Livingston y Decepción y el continente Sudamericano para el traslado de personal y abastecimiento de víveres y equipamientos. En total, el buque realizará seis cruces del Mar de Hoces. La campaña terminará a finales de marzo cuando se cierren las dos bases y el buque regrese a Ushuaia.
La operatividad de la BAE Gabriel de Castilla, situada en isla Decepción, que es un volcán activo, incluye la vigilancia volcánica para comprobar que la actividad sísmica de la isla está dentro de los parámetros normales, como está siendo hasta ahora.
El campamento internacional de la Península Byers, situado en una zona antártica especialmente protegida y gestionado por el personal técnico de la BAE Juan Carlos I, también se encuentra operativo y dando soporte a dos proyectos científicos, uno español (MICROPOLAR-2) y otro alemán.
También continuarán con sus actividades las cuatro series históricas que llevan recogiendo datos en las bases desde hace más de 25 años y que proporcionan información a redes internacionales.
Tanto en las bases como en los buques se contará con el apoyo de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para la predicción meteorológica y del Instituto Geográfico Nacional para la vigilancia volcánica.
Campaña Antártica Española
La Campaña Antártica Española constituye un modelo de cooperación entre diferentes instituciones públicas y privadas al servicio de la I+D+I, en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación.
El Ministerio de Ciencia e Innovación destina una media de 10 millones de euros al año a la campaña de investigación antártica. En concreto, el Ministerio financia la operación y mantenimiento del buque Hespérides y los gastos asociados a la logística general de la campaña, y colabora en los gastos de las bases antárticas españolas Gabriel de Castilla y Juan Carlos I.
Por su parte, la Agencia Estatal de Investigación financia la mayoría de los proyectos de investigación. A través del Comité Polar Español se coordinan las actividades que los diferentes organismos desarrollan durante las campañas.
Las entidades participantes en estas actividades son la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, que gestiona la BAE Juan Carlos I en la Isla Livingston y coordina la logística general de la campaña antártica; el Ejército de Tierra, que gestiona la BAE Gabriel de Castilla en la Isla Decepción y la Armada, que opera el BIO Hespérides.
Tanto los buques como las bases antárticas forman parte del mapa español de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas Singulares (ICTS), instalaciones, recursos o servicios excepcionales en su género, con un coste de inversión, mantenimiento y operación muy elevado y cuya importancia y carácter estratégico justifica su disponibilidad para todo el colectivo de I+D+I.