Investigadores del departamento de Física Aplicada I de la Universidad de Málaga han diseñado un novedoso sensor láser, que se acopla a un dron, para realizar medidas de composición química en lugares inaccesibles a las personas.
Se trata de ‘CHEMOCOPTER’, un espectrómetro que conjuga diseños ópticos y de instrumentación únicos a nivel mundial, permitiendo un peso, dimensiones y consumo muy reducidos.
A estas características innovadoras, se le suma el “hito” de la estabilización de las medias en vuelo, tal y como destacan los profesores de la Facultad de Ciencias José Ramos Barrado y Santiago Palanco, autores de la patente, para cuya gestión han contado con apoyo de la OTRI, así como para la elaboración del prototipo.
‘CHEMOCOPTER’ tiene aplicaciones en seguridad y defensa; mantenimiento, control y seguridad de infraestructuras críticas, por ejemplo, detección de corrosión en hormigones armados o estructuras galvanizadas; en minería abierta; en conservación del patrimonio o en exploración espacial, entre otras.
Igualmente, en su desarrollo se ha contado con la colaboración de estudiantes de la Facultad de Ciencias y de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UMA. También ha participado el Taller de Mecanizado de los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI) y, finalmente, la spin-off AGROM ha suministrado el dron.
El proyecto ha sido cofinanciado por el I Plan Propio de Investigación, Transferencia y Divulgación de la Universidad de Málaga.