La librería Prometeo acogió ayer el acto de presentación del libro ‘Mujer y política en la Segunda República Española’ de Feliciano Páez-Camino, publicado por la Universidad de Málaga. Una obra en la que se analiza la personalidad y la actuación de nueve diputadas junto otras cuestiones de orden social y cultural que afectaron a la ciudadanía en este periodo del siglo XX.
El título aborda las figuras de las primeras españolas que ocuparon escaño en el Congreso. En concreto, nueve mujeres “dignas de atención biográfica” que durante las tres legislaturas de la República llegaron a ocupar trece asientos en el círculo parlamentario.Tal y como señala su autor, el historiador y filólogo Feliciano Páez-Camino, eran “cinco socialistas, dos republicanas, una comunista y una de derechas, y representaban un espectro ideológico tan heterogéneo como la actitud de los partidos y electores de la época”.
El acto fue presentado por Rosario Moreno-Torres, jefa del Servicio de Publicaciones y Divulgación Científica. En su intervención Moreno-Torres incidió en el nacimiento de este libro; una conferencia que bajo el mismo título de la obra tuvo lugar en el Rectorado en septiembre de 2016 con motivo de La Noche Europea de los Investigadores. Asimismo, la responsable de UMA Editorial definió el texto como un viaje a los orígenes: “Sin duda estamos ante una mirada cercana a un episodio convulso y clave en nuestra historia, y que el autor, apoyado en recuerdos de infancia y de su propia historia familiar ha decidido plasmar en este interesante estudio”, afirmó.
Por su parte, Páez-Camino aludió al esfuerzo de síntesis que ha supuesto conformar este pequeño libro de poco más de 160 páginas. “Sin ser un especialista, sí he querido leer, recopilar y analizar con cierto tamiz crítico toda la abundante documentación al respecto”,explicó el autor. En este sentido, a lo largo de seis capítulos la monografía pone de relieve la amplia actividad cultural y parlamentaria de varias de ellas, como es el caso de Victoria Kent, Clara Campoamor, María Lejárraga o Dolores Ibárruri. A lo que se suma su papel como pioneras en el desempeño de ciertos cargos públicos antes del término de la República y partir al exilio, al que tuvieron que acogerse ocho de ellas.
Para el historiador Mujer y política en la Segunda República Española supone una buena “puerta de entrada” para quienes tienen interés en un tema tan apasionante y a su vez el resultado de un importante esfuerzo de precisión. “Más aún, añade, cuando aún hoy se siguen detectando en monografías y medios ciertos errores sobre el número de diputadas, su biografía e incluso su tendencia política”.
Además de poner el foco en la trayectoria de estas mujeres en el espacio público, Páez-Camino ha centrado parte de su trabajo en el análisis de la política exterior, en el marco de la inestable situación internacional de los años treinta del siglo XX. “He intentado tratar de manera extensa su trayectoria en el exilio, esbozando sus relaciones mutuas y sus preferencias compartidas, permitiendo al lector apreciar sus diferencias, matices y contradicciones, pero sin impedir el reconocimiento a lo que en conjunto significaron”, explicó el autor. Por ello el texto es una invitación a rehuir ciertos simplismos y tópicos. “Se puede, por ejemplo, apreciar el tesón de Clara Campoamor y reconocer su contribución al sufragio femenino sin desdeñar las razones de Victoria Kent para aplazarlo, y sin ignorar, ni los apoyos que hicieron posible el éxito de la propuesta de Campoamor, ni los vaivenes de la trayectoria política de esta”, tal y como describe el investigador en las primeras páginas.
Mujer y política en la Segunda República Española ha sido publicado por UMA Editorial en la colección Textos Mínimos, que data de 1989 y que acoge estudios breves de interés además de monografías especializadasy de utilidad para los alumnos.
A partir de este texto, la colección, bajo la dirección de la profesora y escritora Carmen Velasco, inaugurará una nueva etapa y con ella un nuevo diseño que arrancará próximamente con Apología de la vida de la señora Shamela Andrews, un texto de Henry Fielding, traducido por Rafael Martínez Moreno.