Un estudiante de Ingeniería Electrónica Industrial y Automática de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha desarrollado un sistema que permite al rehabilitador o al fisioterapeuta realizar los ejercicios con su paciente de forma remota a través de un exoesqueleto.
Jesús Blasco, estudiante de San Pedro del Pinatar, ha logrado en su Trabajo Fin de Estudios, que el exoesqueleto desarrollado en el proyecto europeo Exo-legs, pueda recibir órdenes del rehabilitador de forma remota y reproducir los movimientos en las piernas del paciente.
El dispositivo robótico mueve la cadera, las rodillas y los tobillos del paciente, permitiendo que mejore su movilidad a lo largo del proceso de rehabilitación, explican los directores del Trabajo Nieves Pavón y Jorge Feliú, del área de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UPCT.
Este robot articulado facilita que los pacientes sean atendidos de forma más eficiente, según Pavón y Feliú, «ya que no es necesaria la presencia física del rehabilitador». El sistema capta el movimiento del fisioterapeuta a través de un típico sensor de videojuegos, tipo Kinect, lo envía a través de Internet y lo reproduce en las piernas del paciente.
Los ensayos del prototipo inicial de este sistema de rehabilitación se han realizado en el laboratorio del grupo Neurocor (Neurología, Control y Robótica), liderado por el profesor José Manuel Cano. El trabajo comenzó en febrero de 2019 y ha obtenido la máxima calificación: sobresaliente 10 y opta a matrícula de honor.
El alumno está matriculado en el máster de Ingeniería Industrial y tiene previsto seguir mejorando el prototipo del sistema en el departamento de Automática, Ingeniería Eléctrica y Tecnología Electrónica, en una nueva línea de investigación que combina robótica y telemedicina.
Jesús Blasco ha estudiado con beca de excelencia del Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar desde Bachillerato.
Los profesores han utilizado el prototipo del proyecto Exoskeleton Legs for Elderly Persons – Exo-legs-( AAL-010000-2012-15), que dirigió el catedrático Juan López Coronado y finalizó en 2015. La idea es seguir desarrollando funciones de este exoesqueleto con los alumnos de la Escuela de Industriales, agregan.