Tres conciertos cerrarán el Taller de Dirección de Orquesta de la UAL

Hasta el viernes se extenderá entre una preparación meticulosa el Curso de Verano ‘Taller de Dirección de Orquesta, Banda y Wind Ensemble de la UAL’. No en vano, será el momento de poner en escena la progresión en el aprendizaje de su alumnado. Habrá tres conciertos, el primero de ellos de banda y único para este jueves, siendo Dustin Barr, profesor de dirección de Banda y director de la Banda Sinfónica de la California State University, Fullerton, el encargado de darle forma. Los dos siguientes serán el viernes, el primero, el de wind ensemble, a mediodía y bajo la supervisión de José Miguel Rodilla, y el segundo, el de orquesta, por la tarde, como colofón del curso, preparado por Svilen Simeonov, director titular de la Orquesta Sinfonietta de Sofía, de la Estatal de Vidin y Sofía Amadeus, Orquesta Sofía Amadeus.

Dustin Barr ha visto superadas sus ya altas expectativas sobre esta experiencia en Almería: “Es fenomenal, sorprendente, este curso de verano, y me ha sorprendido gratamente saber que no sólo tenemos estudiantes de España, sino de otros lugares tanto de América Latina y de Europa”. Ha usado precisamente esa palabra, “experiencia”, como definición de lo que supone para él su participación en este taller, incorporándola a su larga trayectoria profesional también como un reputado docente. De hecho, ha elogiado que “la organización del evento está siendo estupenda y el alumnado, muy receptivo y abierto”, por lo que “es un gran honor estar aquí y que se me haya invitado”.

El estadounidense ha explicado que su “mayor objetivo para esta semana” es que “los estudiantes aprendan que la dirección es una experiencia de ‘cuerpo completo’, y que especialmente el centro, el CORE, importa tanto como los brazos y las manos a la hora de dirigir”. En sus clases, eminentemente prácticas, está enfatizando precisamente en lograr una conexión absoluta con los músicos a través de la expresión corporal, practicando movimientos y gestos con los que se potencia, desde la figura del director, la partitura que se está interpretando. Así, sus intervenciones están siendo muy dinámicas, a la vez que fieles a lo que marca la fuerte tradición de bandas en su país.

Sobre esa cuestión, ha hecho una comparativa ‘cultural’ entre lo que se vive y cómo se desarrolla en los Estados Unidos y lo que ha visto de España: “La mayor diferencia con la cultura de bandas entre ambos países es que la americana existe principalmente en el mundo académico y hay muchos conjuntos universitarios muy, muy exitosos, pero no tenemos tantos grupos ‘comunitarios’”. Ha ido a más al expresar su “admiración” hacia la cultura española, “en la que la banda es parte integral de la comunidad, de cada una de las comunidades, y la cantidad de bandas municipales es simplemente extraordinaria”. Ha sumado a ello “las grandes audiencias que tienen”, que “son increíbles”, expresando su deseo de “ver un poco más de eso en la cultura estadounidense”.

Svilen Simeonov ha expresado su agradecimiento por la invitación a participar en este curso de verano tan consolidado, siendo su impresión muy parecida a la de Barr: “Estoy muy feliz por el gran interés de los jóvenes y no tan jóvenes estudiantes y me sorprende que sean tantos los que se han matriculado”. Ha insistido en que se trata de “gente que está interesada en aprender la dirección de orquesta”, sumando como algo muy positivo que “vienen de distintos lugares del mundo”. Se ha mostrado expectante por lo que vaya a dar de si el concierto final, al que llegarán “solo siete de estos 35 alumnos, que se prepararán el repertorio”. Los días previos ya suponen un gran aprovechamiento para los estudiantes porque “todos están aprendiendo esta música que se interpretará”.

De hecho, lo ha definido como “un trabajo completo”, con la dificultad para él de “dar a todos esta enseñanza, pero elegir los mejores también”. Se están viviendo jornadas muy cargadas de contenido y eminentemente prácticas, en las que “es muy importante tener disciplina al tratarse de un curso intensivo, meter en el tiempo limitado todo lo que es importante, presentar la música que está en el repertorio del concierto… hay un millón de detalles, lo cual es apasionante”. Por ello, ha establecido una línea de trabajo, “hacer un plan es básico”, en el que ha introducido a los alumnos, paralelamente a “otras cosas, técnicas, concepción, dramaturgia…”.

Por último, ha mostrado su admiración por la trayectoria marcada por la Universidad de Almería en su apuesta por la música, muy similar a lo que él mismo ha experimentado en los EEUU durante una etapa profesional anterior de docencia: “Soy búlgaro, vengo de Sofía, pero antes de la COVID estuve enseñando en Ohio durante siete u ocho años, cuya escuela de música es de las mejores, y me gustaba mucho que el campus era una ciudad; la UAL es muy abierta, tiene un concepto parecido y, además, impulsa la formación musical”. Su participación en los Cursos de Verano le ha hecho recordar esa época, otro motivo más para disfrutar su estancia en Almería y su contacto directo con el alumnado.