Nuevo superordenador de la UGR: capaz de realizar en horas cálculos que antes llevaban años

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La Universidad de Granada ha puesto el marcha un superordenador que está entre los diez más potentes del país y que dará servicio a grupos de toda Andalucía. Realiza en horas operaciones que antes llevaban años.

La rectora, Pilar Aranda, y su delegada para la Universidad Digital a Begoña del Pino, en la presentación pública de Albaicín.

Si la pandemia de la Covid-19 hubiera ocurrido hace quince años, todavía estaríamos esperando a que los científicos terminasen de desarrollar la vacuna. Sin embargo, en tan solo unos meses se ha podido desarrollar una vacuna efectiva, que ha evitado millones de muertes en todo el mundo y que está permitiendo la vuelta a la ansiada normalidad.

Superordenadores, fundamentales para hallar la vacuna contra la Covid-19

¿Dónde está la clave? En la parte científica relacionada con los modelos de ARN mensajero no, porque ese aspecto estaba bien desarrollado por la comunidad científica.

El secreto del éxito y de la velocidad con la que se han desarrollado los compuesto reside en la supercomputación, que ha permitido la secuenciación genética del virus en cuestión de días o incluso horas, un proceso que antes de que se contara con esta tecnología tan avanzada podría llevar incluso años.

Los superordenadores están detrás de los modelos meteorológicos, del desarrollo de fármacos, de estudio sobre estructuras… en definitiva, de todas las áreas científicas que maneje un volumen importante de datos y tenga que trabajar con ellos mediante inteligencia artificial.

Superordenador de la UGR, entre los diez más potentes del país

La Universidad de Granada es una potencia a nivel nacional en el campo de la supercomputación, un área que se acaba de reforzar todavía más con la puesta en marcha de un nuevo superordenador, bautizado como Albaicín, con el que se ha multiplicado de manera espectacular la capacidad de cálculo de la que hacen uso grupos de investigación de toda la comunidad andaluza.

El nuevo supeordenador, actualmente en fase de pruebas, es capaz de realizar en 24 horas cálculos y simulaciones que antes se tardarían en realizar unos 25 años.

Con Albaicín se da un salto cuantitativo espectacular, pero también cualitativo, ya que los grupos de investigación que lo utilizarán tendrán a su disposición una instalación que está entre las diez más potentes de España, y que permite unas operaciones de simulación que hasta ahora eran prácticamente inimaginables.

Más de treinta años de supercomputación

La trayectoria de la Universidad de Granada en el computación de altas prestaciones no es nueva. Comenzó en 1989 con una instalación que está a años luz de la actual. Con el tiempo se han ido renovando equipos, hasta llegar a la tecnología actual, basada en clústeres masivos que permiten hacer un escalado prácticamente infinito y aumentar la potencia de cálculo de manera sorprendente.

Albaicín se suma a UGRGrid, en funcionamiento desde 2007, y a Alhambra, a disposición de la comunidad científica desde 2013, y se sitúa como referente nacional en la computación de altas prestaciones.

¿Por qué Albaicín es un superordenador único en España?

Qué hace único a Albaicín, pues nada más y nada menos de un rendimiento pico de 822 teraflops, que es la unidad que mide la capacidad de cálculo de este tipo de infraestructuras y que hace referencia a las operaciones de coma flotante por segundo, es decir, la cantidad de cálculos matemáticos por segundo que puede hacer un procesador.

Capacidad del servicio de supercomputación de la Universidad de Granada.

Cada uno de esos teraflops equivale a un billón de operaciones en coma flotante por segundo, unas cifras que se escapan a la comprensión de cualquier persona que no esté muy dentro del mundo de la computación, pero que resultan fundamentales para la ciencia.

Este nuevo equipamiento informático se ha ubicado en el Edificio Mecenas de la universidad granadina, en el Campus de Fuente Nueva, desde donde éste y otros equipos de supercomputación prestan servicio a 125 grupos de investigación de siete universidades públicas de Andalucía, que en conjunto movilizan a más de 500 científicos.

Para qué se utiliza la supercomputación

Estos grupos de investigación trabajan en líneas muy variadas: estructuras biomoleculares, modelos atmosféricos, dinámicas estelares, nanopartículas, electromagnetismo, modelos de aprendizaje e inteligencia artificial, estudios estadísticos y otras muchas áreas que necesitan procesar datos de forma masiva.

Las cifras en torno al superordenador Albaicín son apabullantes. Está fabricado con tecnología punta del gigante Huawei. En total, está integrado por 170 nodos que incluyen 9.520 núcleos de proceso de última generación de procesadores Intel.

La interconexión entre todos los componentes de cómputo y almacenamiento se realiza mediante una red Infiniband no bloqueante de muy baja latencia, con equipamiento Mellanox y tecnología HDR de 200 Gbps. Adicionalmente, este nuevo ordenador va a aumentar la red de almacenamiento masivo.

Albaicín: 20 veces más potente que su antecesor Alhambra

En comparación con los otros dos superordenadores de los que dispone la Universidad de Granada, Albaicín multiplica por 200 la potencia de UGRGrid y por 20 la de Alhambra, explica el jefe de servicio del CSIRC-Sistemas de Investigación y Supercomputación, Jesús Rodríguez Puga.

Toda esta potencia supone dar un salto de los 36 teraflops que ofrecían los servicios de la Universidad de Granada hasta ahora, a los 822 que se van a alcanzar con este nuevo superordenador.

Superordenador Alhambra, en la Universidad de Granada.

Al servicio de los cálculos más complejos

El destino de esta instalación es dar servicio a los cálculos más complejos de los grupos de investigación con los que colabora la universidad de granadina, que podrán poner en marcha procesos de unas dimensiones desconocidas hasta ahora.

Por ejemplo, explica este experto, los 9.520 núcleos del superordenador Albaicín podrán realizar en tan solo 24 horas procedimientos científicos de alto nivel de complejidad, que con la tecnología anterior podrían tardar unos 25 años en resolverse.

Se trata de unas cifras que abren nuevas posibilidades a la investigación científica, con experimentos que eran prácticamente inabarcables con la tecnología anterior.

Disciplinas como la Física, por ejemplo, donde el uso de supercomputadores es una constante para llevar a cabo simulaciones de materiales, va a experimentar un avance destacado gracias a este superordenador.

Pero también va a suponer un salto cualitativo en el estudio del cosmos, una disciplina habituada a emplear magnitudes enormes.

Apoyo al acelerador de partículas IMIF-DONES

Aunque, sin duda, este nuevo superordenador va a tener un papel muy destacado de cara a la posible instalación del acelerador del partículas IMIF-DONES, así como en el ámbito de la inteligencia artificial, en el que la Universidad de Granada es un referente a nivel nacional y cuyos procesos requieren de una capacidad de cálculo excepcional, que incluso podrían dejar antiguo este superordenador en cuestión de pocos años.

Instalaciones como el supercomputador Albaicín ponen de manifiesto la capacidad operativa de la Universidad de Granada y prepara a esta universidad para acoger instalaciones internacionales de primer nivel, como el ya citado acelerador de partículas, explica la delegada de la rectora para la Universidad Digital, Begoña del Pino Prieto.

También afirma que la supercomputación es un “elemento decisivo para impulsar la investigación, la innovación, la transferencia de alto nivel y la formación especializada”. Su carácter es estratégico en la UGR, dentro de las líneas que marca la Agenda Digital para Europa y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

El servicio de supercomputación de la Universidad de Granada se refuerza de manera espectacular con Albaicín, una apuesta con la que salen ganando todos los grupos de investigación que basan su trabajo científicos en modelos, en simulaciones y en la inteligencia artificial.