Una investigación internacional que publica la revista Scientific reports (del grupo Nature) y en la que participa la Universidad de Granada (UGR) ha aportado nuevos datos sobre cómo era la vida previa en el área del impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios (Chicxulub, en la Península de Yucatán, México) hace unos 66 millones de años.
Por primera vez, los investigadores han encontrado trazas fósiles de animales en rocas anteriores al impacto de edad Cretácico superior (hace entre 100,5 hasta 66 millones de años), incluidas entre rocas generadas tras el impacto del asteroide en el área de Chicxulub.
Estas rocas generadas tras el impacto están formadas por fragmentos minerales con diferentes estadios de metamorfismo, de manera que sólo ocasionalmente aparecen relictos de rocas carbonatadas previas al impacto. En la mayoría de las ocasiones, además, el tamaño de los clastos de rocas pre-impacto dificulta el registro de macrofósiles y sólo algunas veces se reconocen microfósiles.
En este caso, por primera vez, se han observado y clasificado trazas fósiles en estos clastos. “Es como encontrar una aguja en un pajar”, explica el investigador del departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada, Francisco Javier Rodríguez-Tovar, coautor del trabajo.
El registro icnológico (trazas fósiles) supone la única evidencia, hasta el momento, de la comunidad macro-bentónica (esto es, crustáceos y moluscos) generadora de trazas en el área del impacto. La información obtenida en esta investigación tiene importantes implicaciones evolutivas, al permitir comparar la comunidad previa y posterior al impacto y, por tanto, conocer la incidencia que tuvo este evento sobre la vida existente antes del mismo.
Este trabajo ha puesto de manifiesto una comunidad macro-bentónica previa al impacto similar a la registrada en las primeras fases de diversificación tras el evento (trabajo publicado en Geology por Rodríguez-Tovar y colaboradores en 2020). La comunidad incluye organismos como anélidos, crustáceos y bivalvos, como lo atestiguan las estructuras que generan de Chondrites, Planolites, Teichichnus, Asterosoma y Gastrochaenolites.
Los resultados obtenidos por Rodríguez-Tovar revelan que el impacto del asteroide ocurrido hace aproximadamente 66 millones de años en el Golfo de México y que produjo el cráter de Chicxulub tuvo una incidencia comparativamente menor sobre los organismos que habitaban la superficie del fondo marino y no produjo la extinción de los mismos en el área.
El cráter de Chicxulub
El impacto del asteroide en Chicxulub tuvo lugar hace unos 66 millones de años, y ocasionó una de las cinco grandes (Big Five) extinciones en masa del Fanerozoico, la correspondiente al límite Cretácico/Paleógeno que provocó la desaparición de los dinosaurios de la faz de la Tierra.
Se trata de un cráter de 180 kilómetros de diámetro provocado por este asteroide, cuya violencia ha sido comparada con la de mil millones de bombas atómicas.
El impacto alteró significativamente el medio a nivel global, produciendo grandes terremotos de magnitud superior a 11 en la Escala de Richter, tsunamis de entre 100 y 300 metros de altura, aumentos de temperatura, fuegos a distancias de entre 1.500 y 4.000 kilómetros del cráter, y lluvias ácidas, entre otras catástrofes. Como consecuencia, se extinguieron alrededor del 70% de las especies marinas y continentales que vivían en ese período, lo que supuso un gran cambio en la evolución de la vida sobre la Tierra, con importancia sobre las especies que habitan en la actualidad.