El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado un decreto que recoge la creación de una Comisión Interdepartamental para la Promoción de la Industria en Andalucía, que estará adscrita a la Consejería de Hacienda, Industria y Energía, pero que contará con la implicación de los siete departamentos cuyas competencias tienen incidencia en el desarrollo del sector industrial.
Esta comisión tendrá como finalidad la colaboración en la coordinación, planificación, seguimiento y evaluación de las actividades de promoción industrial, con objeto de proponer al Consejo de Gobierno las medidas necesarias para impulsar el desarrollo industrial en Andalucía y establecer el cronograma de implantación, a través del consejero de Hacienda, Industria y Energía.
La Comisión, que se reunirá en el plazo de 15 días para designar a sus miembros, estará presidida por el viceconsejero de Hacienda, Industria y Energía, mientras que la vicepresidencia estará ocupada por la secretaria general de Industria, Energía y Minas. Este órgano estará compuesto, además, por otros nueve vocales cuya designación dependerá de cada una de las consejerías correspondientes.
Las consejerías con representación directa en la Comisión serán, además de Hacienda, Industria y Energía, las de Presidencia, Administración Pública e Interior (con dos vocalías); Empleo, Formación y Trabajo Autónomo (una vocalía); Educación y Deporte (una vocalía); Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible (dos vocalías); Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad (dos vocalías) y Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio (una vocalía).
Esta estructura se justifica en el hecho de que son numerosas las áreas de competencia que tienen incidencia en el desarrollo del sector industrial, tales como las relativas a simplificación administrativa, internacionalización del tejido empresarial andaluz, empleo y formación para el empleo, formación profesional, industrias y cadena agroalimentaria, prevención y calidad ambiental, economía, desarrollo e innovación empresarial, tecnologías de la información y telecomunicaciones, apoyo a las empresas, emprendimiento y fomento de la cultura emprendedora, ordenación del territorio e infraestructuras.
Con el fin de organizar los trabajos preparatorios para el análisis y propuestas que serán elevados a la Comisión, de inicio se crearán tres grupos de trabajo que abordarán la simplificación y eliminación de trabas regulatorias y administrativas, la globalización industrial en su vertiente de internacionalización, captación de inversiones y posicionamiento de Andalucía en el entorno industrial global, y la adaptación de la formación a las necesidades de la industria. La selección de estos grupos responde a las demandas que el sector ha identificado como actuaciones más urgentes.
El primer grupo de trabajo en reunirse de forma inmediata será el de simplificación y eliminación de trabas regulatorias y administrativas, habida cuenta de la acuciante necesidad de acometer una revisión profunda de la normativa autonómica que impone dificultades al desarrollo de la actividad industrial. Este grupo presentará sus conclusiones a la Comisión en el plazo de tres meses.
Los sindicatos y asociaciones empresariales más representativas serán consultadas preceptivamente en el seno de los grupos de trabajo, y estos incorporarán, en su caso, las aportaciones realizadas en los informes, análisis y propuestas que se sometan a la Comisión. Además, y a propuesta del consejero de Hacienda, Industria y Energía, y del consejero competente en el área que se trate, podrán elevar al consejero de la Presidencia la creación de otros grupos de trabajo.
Sector industrial
El sector industrial andaluz representa el 12% del PIB regional, con una aportación que alcanzó los 18.776,4 millones de euros en 2017, muy lejos aún de los datos nacionales (18%) y de otras comunidades autónomas como Navarra (29%), País Vasco (26%) o Cataluña (17%).
Sin embargo, la industria debe aportar mucho más a la riqueza andaluza, ya que engloba a empresas que crean empleo de más calidad, atraen talento, invierten en I+D+i y generan una cadena de valor conformada por empresas auxiliares industriales y de servicios.
El desarrollo del tejido industrial, tanto a través de la mejora de la competitividad de las empresas industriales ya instaladas como de la atracción de nuevos proyectos hacia nuestro territorio, constituye una clara oportunidad de crecimiento en términos de riqueza y empleo para la comunidad autónoma andaluza.