La misión DART dirigió el pasado el 26 de septiembre de 2022 una nave espacial de media tonelada disparada a 22 mil km/h hacia Dimorphos, el satélite del asteroide Didymos cercano a la Tierra, en el primer experimento de defensa planetaria intentado en la historia, cambiando su trayectoria con éxito.
Un nuevo artículo publicado en la revista Nature analiza la estructura de la nube de escombros y polvo (penacho) expulsada por el asteroide Dimorphos tras el impacto de DART -Pruega de Redirección de Doble Asteroide- (Double Asteroid Redirection Test en inglés), la prueba de defensa planetaria de la NASA en la que colabora el equipo de Ciencias Planetarias del Grupo de investigación de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Alicante (UA).
Tras un año y medio, y bajo la atenta mirada del dispositivo espacial LICIACube (Cubesat Italiano Ligero para obgtener Imágenes de Asteroides (Light Italian Cubesat for Imaging of Asteroids) de la Agencia Espacial Italiana (AEI), un equipo internacional de investigadores, dirigido por el Istituto Nacional de Astrofísica- INAF (Italia) y en el que participa el catedrático de Física de la UA, Adriano Campo Bagatin, ofrece otra instantánea de lo ocurrido en los segundos posteriores al impacto.
LICIACube, la nave espacial que acompañó la misión DART, envió a la Tierra datos extraordinarios inmediatamente anteriores y posteriores al impacto y obtuvo 426 imágenes de los efectos producidos. Elisabetta Dotto, investigadora del INAF y primera autora del artículo, afirma que «la fase científica comenzó 71 segundos antes del impacto de DART, presenciado en directo la medición de un rápido cambio en el brillo del pequeño asteroide».
Viajando a una velocidad de unos 6,1 km/s (kilómetros por segundo), LICIACube realizó un sobrevuelo del objeto, alcanzando una distancia de sólo 58 kilómetros en su punto más cercano a Dimorphos, 174 segundos después del impacto.
¿Cómo cambió Dimorphos tras la llegada de DART?
Pero, ¿cómo cambió Dimorphos tras la llegada de DART? «Lo sorprendente fue que la superficie de este satélite dejó de ser visible debido al material expulsado como habíamos previsto desde la UA en un estudio previo publicado antes de la llegada de DART, en colaboración con investigadores de Uruguay y del Instituto de Astrofísica de Andalucía-IAA (Granada).
Además de presenciar el acontecimiento único de la desviación de un asteroide debido a un impacto cinético, se han obtenido imágenes detalladas de los efectos de la colisión. De hecho, hemos podido comprender mejor de qué manera estos pequeños asteroides reaccionan a las colisiones y, de ahí, deducir información acerca de la naturaleza de estos objetos», explica el catedrático de la UA.
No hay que olvidar, detalla Campo Bagatin, que esta misión forma parte de la estrategia de mitigación del riesgo de impacto por asteroides. DART y LICIACube, junto con la misión espacial Hera, de la Agencia Espacial Europea, que se lanzará en octubre de este año, «proporcionarán un cuadro completo de las características físicas y de la estructura de los cuerpos que forman este asteroide binario». «Esto nos permitirá interpretar de manera oportuna los resultados de la colisión sobre Dimorphos.
Por otra parte, dado que los asteroides son lo que queda de una etapa intermedia en el proceso que condujo a la formación de los planetas, los datos adquiridos aportan información importante en el estudio de las primeras etapas de agregación del material que compone el Sistema Solar», añade.
Según se detalla en el artículo publicado en Nature, el material expulsado del cráter de impacto formaba un cono con un ángulo de apertura de unos 140 grados y una estructura compleja y heterogénea, caracterizada por filamentos, granos de polvo y fragmentos individuales o agrupados, incluso del tamaño de unos metros, expulsados como consecuencia del impacto de DART.
Las imágenes muestran que la parte más interna del cono tenía un color azulado y se volvía gradualmente más rojizo a medida que aumentaba la distancia a Dimorphos. La velocidad del material expulsado variaba desde unas pocas decenas de m/s (metro sobre segundo) hasta unos 500 m/s, aunque hay evidencia de que también haya sido expulsado mucho material a pocas decenas de cm/s.
«Los resultados obtenidos por la misión italiana son importantes a nivel científico para la comunidad internacional ya que se trata de las únicas imágenes recogidas in situ de la primera misión de defensa planetaria realizada hasta la fecha. En este momento estamos colaborando en la interpretación física de algunas características mostradas por las imágenes que todavía no han sido explicadas de manera satisfactoria», destaca Campo Bagatin.