La artista apunta que “el termino cerámica no se puede utilizar de un modo genérico ya que abarca un campo demasiado amplio. Según las parcelas que ocupe, podríamos, a fuerza de querer clasificar, agrupar los productos obtenidos en “alfarería tradicional”, “cerámica artística”, “industrial, “de diseño”, o “para la construcción”. Si al apartado de cerámica artística, le sumamos, la palabra contemporánea, podemos insertarla en la parcela de “cerámica de nueva creación” o de autor, modalidad artística que empieza a distanciarse del modo tradicional de usos y costumbres y se acerca un poco más al concepto de Arte”.
Rosa Clares señala con respecto a la exposición de Roquetas de Mar que “he querido traer a Roquetas de Mar mi pesado baúl de experiencias, fruto de ese largo camino hacia la creación artística que hace tantos años comencé, y también he querido, aún a riesgo de que la muestra no resulte demasiado homogénea, traer una variada selección de piezas con el fin de dar a conocer las infinitas posibilidades de la arcilla como medio de expresión plástica, así como el infinito número de técnicas y procedimientos que podemos emplear”.
“Todo es vehículo en esta aventura, murales, azulejos, cuencos, y sobre todo, quiero destacar la escultura cerámica por formar parte de un lenguaje que nos viene dado desde los orígenes del hombre y se remonta a tiempos oscuros y difíciles, en los que se inauguró el Arte con unas pequeñas figurillas femeninas, repletas y fecundas: Diosas-Madre-Tierra, que se apartan del concepto de lo que se considera utilitario, para convertirse en objetos rituales y mágicos. Algún primitivo artista las modeló con sus manos y como consecuencia de aquel acto originario, surge remotamente mi acción creativa, no hay nada nuevo bajo el mismo sol”, señala.