Residuos agrícolas, un presente muy negro

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¿Qué está ocurriendo con la gestión de los residuos agrícolas? La provincia de Almería asiste cada año a incendios en plantas de tratamiento de restos vegetales y todo porque no se ha sido capaz de poner en marcha un sistema de gestión adecuado para dar respuesta al millón de toneladas anuales de residios generados en los invernaderos. Éste es el tema de portada del número de octubre de la revista Nova Ciencia.

Almería solo tiene capacidad para tratar el 40 por ciento de los residuos agrícolas generados por su producción intensiva en invernaderos. Esta realidad se hace patente cada final de campaña y las seis plantas de tratamiento de restos vegetales reciben mucho más material del que pueden gestionar.

La solución de algunas, prender fuego a esos residuos y eliminar un problema generando otro, porque esta práctica lastra la imagen de respeto medioambiental que necesita el sector hortofrutícola almeriense.

La tecnología para el tratamiento de restos vegetales es sobradamente conocida y su transformación en compost es sobradamente conocida, el problema de fondo es que no hay plantas suficientes para dar respuesta a un sector que no deja de crecer.

Las cámaras de Calar Alto captaron el momento en que estalló el bólido.

El número de octubre la revista Nova Ciencia también mira al cielo para conocer la red de detección de bólidos de la que forma parte una estación de control instalada en el observatorio de Calar Alto. Equipada con unos sensores CCD, esta estación permite estudiar las propiedades químicas de los elementos que entran en la atmósfera, que en rara ocasión llegan a la Tierra en forma de meteoritos, gracias a un análisis de la luz emitido por el bólido.

Esta estación permite hacer un seguimiento del cuerpo extraterrestre y llegar a determinar el lugar en el que ha caído, en caso de que el objeto haya resistido el rozamiento al que ha sido sometido en su paso por la atmósfera.

Y del cielo a los orígenes de la humanidad. Nova Ciencia se hace eco de una investigación, en la que se demuestra que los neandertales tenían capacidad de representación simbólica, una capacidad que hasta ahora solo se atribuía a los seres humanos modernos. Un grupo científico ha llegado a esta conclusión despúes de analizar los trazos realizados por estos protohombres en una cueva de Gibraltar.

Y del pasado al futuro que representan los drones, las aeronaves no tripuladas, que están revolucionando el mundo de la ciencia. En la Universidad de Almería varios grupos de Ingeniería y Medio Ambiente van a utilizar estas aeronaves para realizar estudios del terreno y análisis de la vegetación.

Y habla del futuro que están creando los jóvenes participantes en el último seminario de liderazgo organizado por la Fundación Eduarda Justo, y en el que jóvenes tuvieron la oportunidad de conocer la experiencia de personas que han tenido impacto mundial en los ámbitos social y de la empresa.

Además, Andrés García Ibáñez mantiene una conversación en la que explica algunas claves de su propuesta artística y de cómo el «cientifismo exacerbado ha destruido la emoción».

Así se cierra el número de octubre de la revista Nova Ciencia, que también recoge las últimas noticias de los campus de Almería, Jaén y Murcia, y una propuesta para escaparse al mar de olivos.

Descárgate el último número de Nova Ciencia.

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