El más largo de todo el programa, con una ocupación de una semana completa entre este lunes y el próximo viernes, seis emplazamientos para su desarrollo y tres conciertos, vuelve a escenario, esto nunca mejor dicho, uno de los Cursos de Verano de la UAL más consolidados. Transita ya por su quinta edición, si bien se ha tomado un paréntesis obligado: “No se hizo en 2020 porque lo más importante que tiene son las sesiones prácticas, así que vimos que no tenía mucho sentido hacerlo on-line”. Así lo ha manifestado Juan José Navarro, codirector, junto a Juana María Fernández, de este Taller de Dirección de Orquesta, Banda y Wind Ensemble y al mismo tiempo director de la Orquesta y Coro Universidad de Almería. Ese espacio en blanco no se ha dejado notar en el interés que despierta, puesto que los años han ido acumulándose y han supuesto un posicionamiento notable en el panorama nacional: “La verdad es que se llena en seguida y este año ha sido el primero en completar la matrícula”. Vienen estudiantes “de Valladolid, de Mallorca, de Valencia, de Murcia, de Huelva, de Córdoba…, de muchas partes de España”.
La pandemia todavía está latente, pero a pesar de ello se ha conseguido mantener el tono internacional de ponentes que es propio de este taller: “Hemos podido traer de nuevo a una ponente norteamericana y a un ponente inglés, este de última hora, al no poder venir el que estaba previsto desde Polonia, por enfermedad, pero rápidamente lo hemos podido sustituir”. En gran medida, se ha salvado la situación precisamente por el prestigio que ha alcanzado y la trayectoria acumulada: “Cuando pones en Google en una búsqueda este curso y enseguida te salen un montón de cosas, es que es algo de confianza, que está consolidado, así que fue muy rápido encontrar a otro profesor en seguida; cuando le propones a alguien venir, acepta”. Además, lo ha dejado claro Navarro, el cambio no supone bajar el nivel, puesto que James Ross, encargado además de ser el ponente inaugural, “es un director bastante importante, dirige por todo el mundo, como todos los profesores que estamos aquí, dirige varias orquestas inglesas, especializado en la dirección de orquesta, si bien hace ópera, hace ballet… y como muestra, viene de Londres de hacer un concierto y desde aquí se va a Estambul, donde tiene otro; va a aportar mucho”.
El propio Ross ha confesado estar “muy feliz de poder participar en este curso de verano después de todo lo que ha pasado, que todos nos podamos reunir como músicos y que se recupere todo eso”, textualmente. Así, ha hablado en su primera intervención, ya que tendrá varias, sobre “qué significa ser un buen director y cómo se debe dirigir correctamente, de la relación que hay entre los músicos, cómo juzgar qué significa realmente ser un buen director, y de que todas estas habilidades requieren un lado humano; un director solo es tan bueno como lo son sus músicos”. Ha abundando en ello al sostener que se trata de “una relación muy estrecha en la que dependen los unos de los otros”. Respecto a la pandemia y su incidencia en las artes y la cultura, “la música es algo que necesitan los seres humanos y tenemos que encontrar la manera de hacerla, de modo responsable, volver de manera segura, pero es necesario que lo hagamos, que volvamos”.
Sobre la idoneidad de realizar una formación de este tipo ha comentado que “aprender y seguir aprendiendo es muy importante, y un curso como este es esencial para seguir desarrollando la cultura musical”. Ha finalizado con un deseo: “Me gustaría que todos los participantes al final de la semana pudieran irse con nuevas ideas y con mucha inspiración, que se marchen más ‘pasionales’ sobre seguir haciendo música”. En esa misma línea se ha expresado Juan José Navarro: “Que se vayan satisfechos porque sí que han aprendido más, ya que casi todos vienen sabiendo algo de la dirección, y sobre todo que se vayan habiendo tenido contacto con diferentes agrupaciones, que es lo más difícil hoy en día, habiendo podido dirigir varias veces, porque todos van a hacerlo tres veces al menos en el curso”. Este componente es uno de los de mayor interés para matricularse en el taller, reconocido como “una gran oportunidad para tener la experiencia de dirigir, algo muy complicado en este tiempo”. En ese sentido, la estructura que se ha propuesto se mantiene fiel a la tradición de curso, “tenemos profesor de orquesta, de banda y de wind ensemble, y profesor de técnica de dirección para que así los alumnos se lleven un poco de todo, que toquen todas las parcelas de la dirección en general, con sesiones tipo ponencia y otras más prácticas con los grupos”.
Está claro que supone un nuevo espaldarazo a la vuelta al disfrute de la cultura, algo que está procurando la UAL: “Julio es, sin duda, el mes de la música en la Universidad de Almería; hemos planificado un montón de actividades, un concierto de la Orquesta UAL el viernes, que estuvo muy bien, con dos obras grandísimas, como Scheherezade y Capricho Español, con orquesta sinfónica, por fin un poquito dentro de la normalidad, la semana anterior un concierto de música de cine con un grupo de la orquesta, y esta semana, este curso trae consigo tres conciertos más, uno de orquesta, uno de banda y uno de wind ensemble”. Con todo, Juan José Navarro no pierde de vista la situación sanitaria: “Toquemos madera para que no se pongan las cosas peor y que podamos hacer todas estas actividades paralelas al curso, que tanto aportan, y que lo hacen no solo pedagógico, sino una actividad cultural. Con tres sedes en el campus y completando las clases en la sala de ensayo de la Agrupación San Indalecio de La Cañada, la cita está también situada, de este modo, en “dos conciertos en el Teatro Apolo y un concierto en el Auditorio Maestro Padilla”.