Investigadoras de la Universidad de Granada (UGR) han recomendado a los padres que, durante el confinamiento en casa por la crisis sanitaria del coronavirus, no organicen a todas horas las actividades y tareas que sus hijos deben realizar, sino que fomenten su autonomía y auto-regulación del tiempo.
“En estos días de encierro debemos dejar un espacio para que los niños jueguen libremente, para que creen, imaginen, se muevan, salten o corran, aunque puedan molestar a los vecinos, y, en definitiva, para que sean dueños de su propio tiempo y juegos”, explican Charo Rueda y Lina Cómbita, psicólogas del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva del Desarrollo de la UGR y fundadoras de Neuromindset, empresa de base tecnológica de la UGR, dedicada al fomento de las habilidades cognitivas y emocionales en los niños y niñas.
El juego libre fomenta habilidades mentales tan importantes como la creatividad, el autocontrol, la flexibilidad mental y la autonomía, así es que hay que dejar de lado la sensación de que los niños “están perdiendo el tiempo”, o que está en manos de los adultos estimularles todo el tiempo.
Las investigadoras también recomiendan que, durante el tiempo de confinamiento requerido por la situación de alerta debido al COVID-19, es necesario limitar a los niños el uso de las pantallas (videojuegos, tabletas o teléfonos móviles), porque afecta a la capacidad de atención y autocontrol de los niños, y también a su estado de ánimo. “Los niños y niñas que pasan demasiado tiempo mirando la tele o jugando videojuegos, generalmente están más irritables, enfadados, sensibles y muchas veces llorones”, indican las expertas.
Charo Rueda y Lina Combita destacan que es importante mantener la rutina del día para los niños, estableciendo todos los días el mimo horario de aseo personal, cambio de ropa, horas de comida y lo más importante, de ritmos de sueño. “Debemos incorporar a los niños en esta planificación, escribiendo el horario en un tablón o cartulina que esté accesible para ellos y que puedan consultar fácilmente”.
Además, hay que evitar transmitir a los pequeños de la casa una sensación de pánico/ansiedad en relación al coronavirus. “Es necesario estar informado, pero conviene evitar que el coronavirus sea el único tema del que se habla en familia. En especial, los niños y niñas más pequeños tendrán dificultad para comprender la información al respecto del coronavirus, por su dificultad para comprender conceptos abstractos. Debemos limitar nuestro propio uso y consumo de información para tener más espacio mental, más tranquilidad y más claridad emocional para sobrellevar estos días en compañía de los niños”, indican las expertas de la UGR.
Este encierro debe servir para fomentar la cohesión de la familia: realizar actividades juntos, conversar, exponer ideas, opiniones, contar historias en grupo o hablar de historias de la familia. “Es el momento de hablar con nuestros hijos, de ver fotos de álbumes de la familia, recordar tradiciones y compartir vivencias. Contar historias de cuando las madres y padres eran niños suele despertar el interés de los niños, que no están acostumbrados a pensar que sus padres fueron niños. Hoy en día, que vivimos tan deprisa, no tenemos tiempo para hacer aquello que hacían nuestros abuelos y nuestros padres: sentarse a contar las historias de su juventud, las creencias que se tenían, los mitos en los que se creía, etc.”.
Rueda y Cómbita recomiendan que los pequeños de la casa lean durante este encierro, “porque la lectura fortalece la atención, la memoria de trabajo, la autorregulación y la creatividad de los niños, y es una fuente importante de desarrollo del lenguaje y la inteligencia. Debemos fomentar y establecer una rutina de lectura en casa, bien leyendo juntos, bien dejando un tiempo y espacio para ello. Incluso podemos dejar que los más pequeños se sienten con su propio libro a “leer”, aunque aún no sepan hacerlo, observando las imágenes y situaciones que describen los libros por sí solos”.
En último lugar, las psicólogas de la UGR recomiendan cuidar la alimentación y hacer ejercicio en la medida de lo posible durante el confinamiento. “Dado que la movilidad se va a reducir drásticamente, es importante reducir el consumo de alimentos con alto contenido calórico. En general siempre, pero en particular en las condiciones de confinamiento en casa, conviene reducir y restringir el consumo excesivo de azúcares, además de hacer rutinas de ejercicio físico, planteando juegos que impliquen moverse”.