La Universidad de Almería fue de las primeras universidades en lanzar un programa para estudiantes refugiados, con ayudas económicas y para el estudio, y del que este año se van a beneficiar cinco personas. Una de ellas, salió de Kabul en el último vuelo español, gracias a la intermediación de la UAL.
A finales del mes de agosto, más de medio mundo seguía con inquietud la situación de Afganistán, por la salida de las tropas internacionales y las evacuaciones de emergencia de los ciudadanos afganos que habían colaborado con ellas.
Una de las personas que seguían con interés esa nueva crisis en el país afgano era el vicerrector de Internacionalización de la Universidad de Almería, Julián Cuevas, sin imaginarse si quiera, el protagonismo involuntario que el azar iba a ofrecerle.
Acción rápida y respuesta de Exteriores
Un correo electrónico rompió la tranquilidad de las vacaciones de Julián Cuevas. Era un mensaje muy inquietante procedente de Kabul, del profesor Nabil Perdú, en el que le alertaba de la situación de Emram, un estudiante afgano que cursa un grado en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Almería, desde que en 2019 llegó procedente de la India y, seducido por Almería, decidió asentarse en esta ciudad.
El fallecimiento de su abuelo hizo que Emram viajase a su país de origen. La mala suerte hizo que su viaje coincidiera con la entrada de los talibanes en la capital afgana y, aunque tenía comprado su billete de vuelta para regresar a Almería, se encontró atrapado en la situación caótica que se vio a través de los medios de comunicación.
La reacción de Julián Cuevas fue inmediata. Redactó una carta dirigida al Ministerio de Exteriores, en la que avalaba que Emram era estudiante de la Universidad de Almería. En seguida recibió respuesta de que se aceptaba la petición: este estudiante y su familia tenían sitio reservado en uno de los aviones enviados por España.
Sitio en el avión español, pero lo difícil fue entrar en el aeropuerto
La salida de Kabul no fue nada sencilla. Hubo un intercambio de mensajes entre el vicerrector de Internacionalización y este estudiante, en los que el joven iba contando cómo sus intentos para acceder al aeropuerto resultaban fallidos. Entonces, a Julián Cuevas, muy preocupado por la situación, se le ocurrió enviarle un mapa del aeropuerto de Kabul, el que se detallaban los accesos a los que tenían que acudir las personas con sitio reservado en los aviones españoles.
Allí, un marine americano comprobó la documentación del joven y la carta-aval que se le envió desde la Universidad de Almería. Este soldado avisó a los GEO que fueron quienes finalmente permitieron el acceso a Emram y su hermano, que felizmente ya se encuentran sanos y salvos en Almería.
Emram, de la noche a la mañana, pasó de ser estudiante ordinario de la Universidad de Almería ser uno de los cinco beneficiarios del programa de ayudas a estudiantes refugiados y solicitantes de asilo, impulsado en el marco del Plan Propio de Cooperación Internacional de esta universidad, dotado con 110.000 euros procedentes de fondos propios de este campus.
Universidad de Almería, de las primeras en tener un programa para refugiados
La Universidad de Almería fue una de las pioneras en nuestro país en el lanzamiento de ayudas dirigidas a personas refugiadas. La primera convocatoria se lanzó en el curso 2017/18, coincidiendo con la crisis de refugiados de Siria. Y desde entonces, las ayudas ofrecidas se han ido adaptando a la realidad de este tipo de alumnos, explica la directora de Cooperación Internacional de la Universidad de Almería, María Luisa Cañete.
Las convocatorias se diseñan tras reuniones con ongs que trabajan con personas en estas situación y que conocen de primera mano sus necesidades. Así, de las ayudas de los primeros años, que cubrían la matrícula y una cantidad económica para alojamiento y manutención en Almería, se ha llegado a las últimas convocatorias, en las que se ofrecen tres modalidades de ayudas. Y no es necesario ser estudiante de la Universidad de Almería para solicitarlas, ya que están abiertas a todas las personas con la condición de refugiados o solicitantes de asilo.
Ayudas del Programa de Refugiados de la Universidad de Almería
Por un lado, están las becas de matrícula para estudios de grado, máster oficial o doctorado. También, becas de ayuda para alojamiento y manutención, con una asignación mensual de 400 euros al mes. Y la tercera modalidad, impulsada tras las conversaciones con organizaciones que trabajan con este colectivo, contempla ayudas para la realización de cursos de español en el Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Almería. Y las modalidades de ayudas son compatibles entre sí.
Los solicitantes de las becas para aprender español tienen un perfil diferente. Por lo general se trata de personas ajenas al campus, que necesitan mejorar el idioma para integrarse en la sociedad almeriense.
Apoyo integral a estudiantes refugiados
El vicerrector del Internacionalización explica que la situación de cada uno de estos estudiantes con la condición de refugiados es muy particular. Todos tienen una historia muy compleja detrás, de ahí que desde Internacionalización se trate de prestarles un apoyo integral, en colaboración con otras áreas de la Universidad de Almería.
Uno de los aspectos más demandados está relacionado con su situación legal en España. El servicio de International Welcome Center, dependiente de Internacionalización, les ofrece asesoramiento en este sentido. Por otro lado, la figura de los mentores, estudiantes locales que ayudan a la integración de los que llegan de fuera para estudiar en la Universidad de Almería, también echan una mano a estos estudiantes refugiados.
Para ellos también están disponibles el resto de servicios que ofrece la Universidad de Almería, como el de atención psicológica o el de trabajadores sociales, especialmente interesante para alumnos que llegan con esta situación tan especial, entre otros muchos.
El compromiso por ayudar a estas personas forma parte de la forma de ser de quienes trabajan en el Vicerrectorado de Internacionalización, cuyo responsable hace hincapié la importancia de contar con éstos y el resto de alumnos internacionales, para la consolidación de un campus abierto al mundo, global y solidario, en el que la convivencia de culturas contribuya a la formación transversal de todo el alumnado y, de paso, a la creación de una sociedad mejor.
La cooperación internacional, explica Julián Cuevas, forma parte de las señas de identidad de la Universidad de Almería, y casos como el de Emram “son las cosas por las que merece la pena trabajar”, afirma Julián Cuevas, satisfecho por que su ayuda haya dado resultados.