Dar una nueva vida, biodegradable y rentable, a los rastrojos o residuos agrícolas es lo que ofrece ‘Southern Biorefinery’, proyecto que ha ganado el Premio del Consejo Social de la Universidad de Almería a la ‘spin-off, startup o patente 2023’, enmarcado en la Feria de las Ideas de la UAL. Sus creadores son Jesús Espadas Carranza, biotecnólogo, Antonio Fernández Berruezo, economista, y Eduardo López Herrada, ingeniero químico.
Jesús Espadas explica que “somos una empresa que toma los residuos agrícolas de los invernaderos, los rastrojos que sobran después de las cosechas, y lo transformamos en un bioplástico, que es como los plásticos tradicionales, pero biodegradable y hecho con materiales biológicos. Por tanto, el impacto de la huella de carbono es menor, y con la diferencia respecto a otros bioplásticos en que nuestra materia prima no es un costo sino un ingreso. En la agricultura de Almería tenemos la suerte de que la gestión de residuos tiene una logística formada”.
Cómo transforman los rastrojos en bioplástico
Para lograr transformar los rastrojos en bioplásticos utilizan un combo encimático que desarrollan en la propia empresa, así como bacterias, y el bioplástico resultante permite sustituir a los plásticos blandos y es más sostenible. “Puede reemplazar a cualquier plástico de un solo uso que utilizamos todos los días, pero con la diferencia de que no hace falta reciclarlo, se composta y es biodegradable”, aclara Jesús Espadas.
Antonio Fernández explica que “un amigo común me presentó a Jesús, que buscaba a una persona para gestionar el aspecto económico del proyecto y en cuanto me lo contó me gustó. Se trata de crear una empresa en Almería, relacionada con la industria y el medio ambiente, bajo el paraguas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Comenzamos en marzo de 2022 y hasta hoy no hemos parado. Ahora buscamos financiación para poner en marcha la planta piloto”.
Jesús Espadas reflexiona que “cuando pensamos en residuos hablamos de un material que no sabemos usar para otra cosa. Todos los residuos se pueden llegar a utilizar, pero hay que intentar hacerlos rentables para que se pueda extender en el ecosistema económico. Bajo esta filosofía, cualquier tecnología que permita aportar una vida útil a un residuo debería ser bien recibida, pues es la economía del futuro, sostenible, circular y que contribuye a reducir las emisiones de dióxido de carbono”.
Los dos emprendedores destacan que el proyecto aporta a los agricultores una solución biodegradable para los residuos de los invernaderos. “Les puede ayudar a reducir los costes en la gestión de los rastrojos, con la transformación en envases nuevos y biodegradables, por ejemplo, para los alimentos frescos”.
Tanto Antonio como Isidro quieren dar las gracias al Consejo Social de la Universidad “por el premio que nos ayudará a la creación de marca” y a Andalucía Open Future, la aceleradora que “nos aporta un espacio de trabajo y ha permitido conocer el mundo del emprendimiento”. Southern Biorefinery también cuenta con el apoyo del Campus Internacional de Excelencia Agroalimentaria (CEIA3), del que recibió el premio A3BT! En 2022.