El deporte es salud. Esta frase se puede aplicar a cualquier persona, no sólo a las consideradas sanas, sino también a las que tienen alguna enfermedad. Alberto Soriano Maldonado, profesor del Área de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Almería y responsable del grupo de investigación ‘SPORT Researtch Group (CTS 1024)’, investiga los efectos de la práctica del ejercicio físico de forma regular, principalmente centrado en el desarrollo de la capacidad cardiorrespiratoria y de la fuerza muscular, sobre la prevención y tratamiento de diversas enfermedades crónicas, con son algunas enfermedades reumatológicas, como la fibromialgia o el lupus, algunas enfermedades metabólicas, como la obesidad severa o la dislipemia familiar, algunas enfermedades cardiovasculares, como el ictus, e incluso algunos procesos oncológicos como el cáncer de mama. “Queremos entender cómo el ejercicio físico es capaz de mejorar la calidad de vida de estas personas”.
Uno de los proyectos más innovadores en los que participa investiga los efectos que tiene la realidad virtual aplicada a la rehabilitación de las personas que han sufrido un ictus. “El ictus es una de las enfermedades más prevalentes y que produce una gran discapacidad. Estamos desarrollando un software de realidad virtual que va a permitir reducir esa discapacidad mediante un juego específico para personas con ictus y que es enteramente inmersivo. Los pacientes se podrán las gafas e interactuarán en un mundo virtual”.
Se trata de un proyecto de colaboración público-privada (CPP2021-008497), entre una empresa que está especializada en la programación de software de realidad virtual, y un equipo interdisciplinar de neurólogas, rehabilitadoras y profesionales de la actividad física y el deporte de tres entidades diferentes. “En 2023, estamos en la fase de desarrollo del software y el próximo año comenzaremos un ensayo clínico con 94 pacientes en los Hospitales Universitarios Torrecárdenas (Almería) y San Cecilio (Granada), para estudiar el beneficio que tiene usar este software específico respecto a otros tratamientos”.
Otra investigación, el proyecto EMOVAR, está centrada en mujeres con obesidad severa, “para conocer el efecto que tiene un programa de entrenamiento de 16 semanas sobre la salud cardiovascular, la capacidad de ovular y la fertilidad de estas personas”.
Alberto Soriano explica que “lo bueno del ejercicio físico es la capacidad que tiene de incrementar la condición física de una persona, esos niveles de resistencia cardiorrespiratoria y de fuerza muscular, reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y de morir prematuramente en personas que tienen enfermedades crónicas. Además, el ejercicio físico tiene beneficios en la salud mental, cognitiva y ósea, mental, y es el único medicamento que produce beneficios sobre todos los sistemas del organismo”.
Brecha de género
Una segunda línea de investigación de Alberto Soriano se centra en “la brecha de género que existe en la investigación de las Ciencias del Deporte. Hemos constatado que sólo entre un 15% y un 25% de los puestos de liderazgo en la investigación en nuestra área de conocimiento están ocupados por mujeres. Queremos investigar los motivos de una desigualdad tan importante para tratar de buscar soluciones en un futuro cercano”.
El ganador quiere agradecer al Consejo Social de la UAL por este premio que “supone un impulso en mi trayectoria científica y profesional, y a los componentes del grupo de investigación del que soy responsable, ‘SPORT Research Group (CTS 1024)’, porque aunque el premio se atribuye de forma nominal, no es sino el resultado del trabajo conjunto de muchas personas que reman en la misma dirección para sacar adelante las investigaciones”.
El conocimiento es la base sobre el que se asienta el desarrollo sostenible de una sociedad. Con este propósito, el Consejo Social de la UAL creó unos premios, los ‘nobel’ de la Universidad, con diferentes categorías, con los que quiere reconocer públicamente la contribución del personal docente, investigador, de administración y servicios, y estudiantes de la UAL, así como las empresas, a la prosperidad de la Universidad y la sociedad almeriense en su conjunto. En esta línea, la presidenta del Consejo Social, Mariola Hidalgo Martínez, afirma que “queremos poner en valor el talento que existe en la UAL, y la transferencia de conocimientos a las empresas en beneficio de la sociedad almeriense”.